Llegó directa desde Viveiro (Galicia) hasta la capital británica hace ya 14 años. Y lo hizo para quedarse. Lo tenía claro: lo suyo era el arte. Casi tres lustros después lo ha demostrado haciéndose un hueco en el panorama artístico de la ciudad. ¿El truco? Su visión paciente de la vida. Foto © Noela Roibás
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