Veo mucha experiencia y realidades muy diversas dentro de la obra de Valdés. Los años estudiando, creando, experimentando y bebiendo de sus vivencias individuales y conjuntas le han dado en su madurez una impronta única y a la vez sensible a su pasado y su presente.
Manolo Valdés trajo sus mujeres desde Nueva York, donde reside, hasta Londres, donde tiene muchos amigos y admiradores. La galería Marlborough acoge hasta el 16 de Julio una exposición dedicada a la obra más reciente del artista. Pintura y escultura en forma de bustos de mujeres, el tema por antonomasia de Manolo Valdés.
Su carrera con el Equipo Crónica, donde su temática era crítica y tocaba temas de actualidad, terminó con la muerte de su compañero Rafael Solbes en 1981. En ese momento comenzó su carrera en solitario. Montó un estudio en New York y otro en Madrid. Desde entonces, anda a caballo entre las dos ciudades. Como su residencia, también cambió su estilo y temática. Se mostró más atraído por la experimentación de materiales y texturas que por el contenido crítico. Así comenzó a crear series que tocaban un mismo motivo con variaciones en forma y materiales.
Tanto las esculturas, como las pinturas y collages de esta exposición son de una gran belleza. Valdés pintó encima de telas de saco, mezcló otros materiales a los lienzos, desestructuró sus esculturas dándoles un aire surrealista en algunos casos, futuristas en otros… Un alarde de imaginación que desató un aluvión de sonrisas y un entusiasmo contagioso en la sala.
Veo mucha experiencia y realidades muy diversas dentro de la obra de Valdés. Los años estudiando, creando, experimentando y bebiendo de sus vivencias individuales y conjuntas le han dado en su madurez una impronta única y a la vez sensible a su pasado y su presente.
‘Blue, Red and Green’, el busto de mujer cuyo cabello está conformado por vidrios de colores es una pieza que recuerda a los tocados más extravagantes de la época neoyorkina de Salvador Dalí. Rompe aquí un poco con la organicidad que desprenden el resto de esculturas, que tienen movimientos continuos, ondulantes y naturales. Esta es la línea que los bustos de Valdés siguieron hasta hace bien poco aunque en esta exposición, demostró cómo dentro de una misma temática y estilo de trabajo, se puede innovar y dar vuelta y media a tus obras hasta salirte totalmente de la impronta de años anteriores. Un clarísimo ejemplo de esto son las esculturas de la serie “El dibujo como pretexto” donde recrea en tres dimensiones sus esbozos de bustos en libretas. Fueron una de las novedades más pasmosas y de verdad rompedoras dentro de su obra reciente. No logro encontrar un antecedente a esta idea y el resultado es indudablemente bueno e interesante.
Las pinturas sobre tela de saco, o arpillera, se antoja en cierto modo, un guiño a los fruncidos de tela y los marrones oscuros de Tápies; aunque la figuración y colorido que Manolo Valdés abraza desde sus inicios diste mucho del estilo del artista catalán. También podemos intuir unos perfiles achinados que nos llevan a Matisse, del que el artista siempre se declaró ferviente admirador. Son experiencias de una carrera artística que ha vivido y bebido de muchas fuentes; incluida la suya propia. Alcanza así una madurez capaz de mostrarnos lo más suyo, que no es otra cosa que las conclusiones de una vida de continuo estudio y experimentación.
Ha sido un placer conocer a Manolo Valdés en la inauguración que Marlborough London organizó el día nueve de Junio. Había un ambiente de lo más amistoso y jovial donde pudimos charlar con el artista y con distintos agentes del mundo del arte como Simón Quintero, comisario de Halcyon Gallery. También se encontraba allí la artista portuguesa Paula Rego, que comparte galería con Valdés,… aunque queda para otra ocasión charlar con ella sobre su obra.
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Manolo Valdés: Recent Work – Paintings and Sculptures
10 Junio 2016 – 16 Julio 2016
Marlborough Fine Art, 6 Albemarle Street, London W1S 4BY
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