Este fin de semana se inauguró en Madrid la 74 edición de la Feria del Libro de Madrid y no hemos querido perdérnoslo. Entre el 29 de mayo y el 14 de junio podremos disfrutar de la librería al aire libre más grande de España. 368 casetas y 471 expositores entre los que estamos seguros de que encontraremos algo.
Este fin de semana se inauguró en Madrid la 74 edición de la Feria del Libro de Madrid y no hemos querido perdérnoslo. Entre el 29 de mayo y el 14 de junio podremos disfrutar de la librería al aire libre más grande de España. 368 casetas y 471 expositores entre los que estamos seguros de que encontraremos algo, porque de eso se trata, de “picotear” algun librito apetecible que lleva esperando unos meses en nuestros corazones y que es el momento de llevarse a casa.
El acto cultural de la Feria es de los más multitudinarios y luminosos de la capital, y siempre hay momentos de agobio y saturación en los que es imprescindible estar acompañado de una botella de agua o hacer una parada para una cerveza fresca en alguna de las terrazas que se reparten a lo largo del Paseo de Coches del Retiro.
Tengo la sensación de que todo es más brillante que en otras ediciones y se respira un ambiente muy festivo, casi diría que sensual.
Tengo la sensación de que todo es más brillante que en otras ediciones y se respira un ambiente muy festivo, casi diría que sensual. Probablemente tenga mucho que ver el cartel elegido para esta edición, del artista madrileño Fernando Vicente, que acompaña al lema, un verso de José Ángel Valente, “El amor está en lo que tendemos/(puentes, palabras)”. Sobre un fondo verde intenso, una mujer sonríe extasiada, los ojos cerrados, llena de felicidad, al modo de un antiguo cartel ilustrado de otro siglo, mientras abraza un libro rojo atravesado por una flecha que le toca el corazón. El amor a los libros, el flechazo que en algún momento nos llega a todos durante la lectura, está ejemplificado con pasión por el artista. Todos los días de esta feria, a las 12 del mediodía, y es una de las novedades más destacadas de esta edición, algún editor o librero leerá un fragmento de una obra que ejemplifique esa pasión lectora que a todos nos consume alguna vez.
Cartel de la 74º Feria del Libro de Madrid © Fernando Vicente
Esta edición vemos caras no solo literarias. Hasta los políticos hechos autores como a los autores convertidos en políticos se les ve parapetados en una caseta firmando ejemplares. El poeta Luis García Montero, en una de las más visitadas, pero nada comparable a las largas colas que se formaron el domingo para la firma de ejemplares del libro ¿Por qué las cosas pueden ser diferentes?, de Manuela Carmena. También nos encontramos con escritores currantes que ayudan a sus colegas editores y libreros y se encuentran vendiendo libros y no firmándolos. Es el caso de Fernando San Basilio, veterano ya en estos quehaceres. ¿Y por qué no? De escribir viven pocos, bien lo sabemos. Los escritores ya no se recluyen en sus guaridas creativas y salen a relacionarse con sus lectores, con el público, y charlan sin una firma de por medio ni una venta posible.
A los escritores vendedores y a los políticos hechos escritores se unen los clásicos en literatura española, que un año más observamos desde nuestra posición de visitante de casa de fieras, y nos da un poquito de pena ver a Javier Marías o a Muñoz Molina, algo tímidos y confusos, bolígrafo en mano, estampando sus firmas en una nueva edición de la Feria. El tiempo pasa despacio, para ellos y para nosotros, que llevamos una hora caminando y parece que lleváramos unos minutos, tan embebidos vamos mirando aquí y allá, husmeando entre nuestras editoriales y novedades.
Me detengo en la caseta del Grupo Contexto y me hago con dos joyitas. De una de ellas no ha dejado de hablarse este último mes, antes y durante este primer fin de semana de feria. Está entre los favoritos de los editores y libreros. Es una novela de la autora canadiense Marian Engel titulada Oso, la historia sobre la pasión que surge entre un oso y una bibliotecaria. Quién se resistiría a un tema así… Y de la autora inglesa Beryl Bainbridge me llevo la inquietante Lo que dijo Harriet, un thriller sobre la crueldad de la infancia que me atrae desde las primeras líneas, que leo ahí mismo, entre empujones de lectores insaciables. Y como este año va de poesía, me encuentro con una deliciosa edición de Saltaré sobre el fuego, de la escritora polaca Wislawa Szimborska, ilustrada por el artista Kike de la Rubia.
(…) nada comparable a las largas colas que se formaron el domingo para la firma de ejemplares del libro ¿Por qué las cosas pueden ser diferentes?, de Manuela Carmena.
La Feria del Libro de Madrid es esto. Husmear, buscar un rostro conocido, encontrar el libro que ansiábamos sin saberlo. Descubrir un rincón donde dar rienda suelta a nuestra pasión secreta sin que nadie nos moleste, los pies doloridos de tanto deambular. Y es que cuando sales del bullicio de la Feria, esta sigue en los bancos de los paseos. Huyendo del calor y protegidos de la sombra, encuentras rostros iluminados por esa pasión que es única e incomparable a cualquier otro acto, tan diferente e íntima que tenemos que protegernos para saborearla a solas, al menos al comienzo, en la lectura de las primeras páginas de los libros que hemos elegido, un momento de amor en el que nunca sobran las palabras.
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74º FERIA DEL LIBRO DE MADRID
del 29 de mayo al 14 de junio de 2015
Lunes a Viernes: de 11:00h a 14:00h y de 18:00h a 21:30h.
Día 3 de junio de 11:00h a 14:00h y de 18:00h a 22:30h.
Sábados, Domingos y Festivos de 11:00h a 15:00h y de 17:00h a 21:30h.
Toda la información para visitar la feria aquí: www.ferialibromadrid.com
