Por supuesto cada país tiene su idiosincrasia natalicia y en cada parte del mundo hay una forma distinta de celebrar la Navidad. ¿Qué pasa con las Navidades inglesas? ¿Son comparables con las españolas? ¿Están las fiestas españolas a la altura de las europeas? Comencemos pues.
Tal y como conocemos la Navidad hoy en dia, no se puede decir que tenga un origen concreto, fuera de lo realmente religioso.
La mayoría de las tradiciones modernas globales están basadas en la tradición nórdica europea y quizás más concretamente en la alemana. De Alemania llegan muchos de los famosos y bellos villancicos de todos los tiempos o el siempre verde y picudo árbol de Navidad, con sus velitas y bolas.
Y luego de Estados Unidos y de la famosa marca de refrescos que inunda nuestra vida, por si fuera poco, nos llega el Santa Claus de color blanco y rojo, como un anuncio andante de la burbujeante cola.
Por supuesto cada país tiene su idiosincrasia natalicia y en cada parte del mundo hay una forma distinta de celebrar la Navidad.
¿Qué pasa con las Navidades inglesas? ¿Son comparables con las españolas? ¿Están las fiestas españolas a la altura de las europeas?
Comencemos pues. Pavo contra besugo. Uhm, no, esto es demasiado clásico y obvio.
Vayamos por otro lado. Father Christmas y los Reyes Magos. En este caso son tres contra uno, y creo que no es justo. La cena de nochebuena y la Christmas dinner del dia 25, pues la verdad es que no tienen mucho que ver y ademas habría que entrar en muchísimos detalles. Belén o árbol, que más da, si en el Belén hay unas palmeras muy monas.
Pensando, pensado, he decidido empezar por el principio.
¿Cuando empieza la Navidad en el Reino Unido? Pues directamente el día 2 de noviembre cuando quitan los escaparates de Halloween y la nieve artificial llena de golpe los grandes almacenes, las oficinas y los pubs.
Si el Sunday roast está bueno y es famoso, qué se puede decir de un Christmas Roast. Lo normal es que haya dos tipos de carne y una de ellas debe ser un ave. Pero si uno quiere todavía más hay una receta clásica por ahí, en Internet y supuestamente en la mesa del Palacio de Buckingham, hecha con 7 aves, una dentro de la otra (7 birds roast).
Se aprecia perfectamente en Londres el 9 de noviembre cuando se encienden las luces de Regent Street, la calle que más rige en el mundo de los regalos. Y ya está! Aparecen los conciertos de navidad, los coros por las calles, el Mullet Wine, los programas de televisión sobre recetas de pavo y salmón, que parece que no hay otra cosa en el mercado… y lo que más abochorna a los españoles que habitamos por aquí, la banda sonora de villancicos y canciones de navidad de todas las épocas, en todas partes y en todo momento. Para comprobarlo sólo hay que ir al supermercado a escuchar el «All I want for Christmas» de Maria Carey o el «Rocking around the Christmas tree» de Brenda Lee en la sala de espera del médico.
De ahí pasamos ya al día 25 de diciembre, porque el 24 toca trabajar, y para finalizar el día una cena normalita. Imagínense una cena del 24 de diciembre normalita en España……. ¡no quiero ni pensarlo! ¡Qué dirían los vecinos!
Pero eso sí, el 25 en la cena a darlo todo: El árbol rodeadísimo de regalos con los empaquetados más maravillosos del mundo (para esto los ingleses son únicos), la chimenea encendida, la mesa puesta y los crackers encima de los platos esperando para ser explotados.
Si el Sunday roast está bueno y es famoso, qué se puede decir de un Christmas Roast. Lo normal es que haya dos tipos de carne y una de ellas debe ser un ave. Pero si uno quiere todavía más hay una receta clásica por ahí, en Internet y supuestamente en la mesa del Palacio de Buckingham, hecha con 7 aves, una dentro de la otra (7 birds roast).
En este momento y para comenzar, los comensales cogerán los crackers y tirando cada uno de un lado, ya sea con tus vecinos de izquierda y derecha o con la persona frente a ti, harán que los crackers exploten dejando salir algo de confeti, un papel con un chiste o adivinanza y una corona de papel de seda, que cada uno deberá colocarse en la cabeza mientras cena. Hasta aquí lo mas divertido de la noche.
Tras unos starters, en los que se puede ir la imaginación pero que, como he dicho antes, siempre pasan por el salmón, se presenta a la mesa el roast acompañado de verduras cocidas, asadas, fritas o al vapor, salsa de arándanos agrios que dará el toque de Navidad a la comida.
Postre: Pudding the Navidad flambeado…… bastante pastoso y dulzón y realmente con pocos fans, si no fuera por el brandy que se vierte por encima para la llama.
¡Y ya está! Abrimos los paquetes, nos felicitamos y bebemos algo, pero no mucho porque mañana tenemos que ir a casa de los suegros a tomar los restos de su comida de hoy. Pavo, con un poco de suerte con coles de Bruselas, y alguna receta que hayan visto en la tele o le hayan sacado a alguna vecina de como aprovechar los 12 kilos de pavo que han sobrado de la cena de Navidad.
El 27 de diciembre ya hay transporte y quien no tenga la suerte de tener unos días de vacaciones tendrá que trabajar hasta el día 31, Fin de Año, que se celebra como el que celebra el cumpleaños de un buen amigo, en una fiesta.
Por cierto, las rebajas empiezan en Harrod’s el mismo día 26.
No esta mal para ser británicos, no esta mal.
Veamos ahora lo que ocurre en las tierras de los hispánicos por estas fechas.
¿Cuándo comienza la navidad? Todo el mundo en España sabe que los que cantan en inicio de la Navidad son los niños del Colegio de San Ildefonso en día 22 de diciembre y el que no tenga para esa fecha el árbol el casa, casi que esta llegando tarde.
No hay mañana y el mundo va a desaparecer el día 1 de enero, con lo cual, el 31, a las 3 de la tarde estamos de nuevo en el bar de la esquina de la oficina aniquilando la producción de ostras del Cantábrico y pegándonos con los compañeros del departamento de contabilidad por pagar la siguiente ronda, antes de irnos rodando otra vez a casa a reposar antes de la cena.
De ahí al 24, a las tres de la tarde en los todos los bares de España, corren los langostinos y los cavas como si no fuera a haber cena. Y rodando, rodando nos vamos a cenar algo “ligerito” (que es lo que nos recomienda el médico y nos decimos a nosotros mismos) como un menú de 7 platos repleto de ácido úrico, colesterol, grasa y algún que otro azúcar escondido en el turrón.
Día 25 a casa de los suegros aunque nada de restos, que ellos tienen que mostrar que son más y mucho más que nosotros y el menú hoy consta de 8 platos, y si ayer castigamos nuestro hígado, hoy lo rematamos con polisaturados por embudo.
Esto ha sido el comienzo. Piano, pianito, llega el 28 y las bromitas. Si trabajas, preparare para que no te atropellen con alguna en la oficina, esto si no has caído en la inocentada del periódico o de la radio.
No hay mañana y el mundo va a desaparecer el día 1 de enero, con lo cual, el 31, a las 3 de la tarde estamos de nuevo en el bar de la esquina de la oficina aniquilando la producción de ostras del Cantábrico y pegándonos con los compañeros del departamento de contabilidad por pagar la siguiente ronda, antes de irnos rodando otra vez a casa a reposar antes de la cena.
En España la cena de Nochevieja sigue siendo aun algo familiar, no en todas las casas, pero más que en otros países europeos.
¿Pero cuál es la verdadera diferencia? Pues que las navidades en España duran hasta el día 6 de enero, así que el 31 de diciembre sigue siendo parte de las fiestas navideñas aunque poco tenga que ver con el nacimiento de la criatura adorada y la estrella del Belén.
Cena grande, y si es posible más que la de Nochebuena, sobretodo porque hará falta para soportar el garrafón del «cotillón de Nochevieja» o el programa «especial Nochevieja» de alguna de las cadenas que será repetido más de tres veces en las semana posterior al festejo.
El dia 1 de enero, para la mayoría es sólo un día de tristeza, resaca y recuperación. Otros se lanzan muy de mañana al rastro (en Madrid) para hacerse de la primera ganga del año.
Del dia 2 al dia 4 hay que trabajar y además acabar de comprar los regalos de Reyes para el día 5, terminar los disfraces de los niños para la cabalgata y empezar a pensar en la dieta para adelgazar que empezara, por supuesto, el día 7 con las rebajas y tras zamparnos el ultimo trazo de roscón con nata para el desayuno.
Hace mucho tiempo, un amigo mío italiano me dijo que si alguien sabia festejar, estos eran los españoles, y el nunca había estado en España en Navidades. Y lo que creo es que después de este corto análisis de las festividades natalicias, no se si saben festejar mejor, pero desde luego, tienen mucho más aguante. O por lo menos sus hígados.