Con la ley de amnistía de 1977 no solo se impuso el perdón, sino el olvido. Pero cómo olvidar los muertos en las cunetas. Los muertos deben ser rescatados del instante de su muerte, porque es la única manera de los que quedamos podamos sobrevivir a ella.
El silencio de los otros, producida por Pedro Almodóvar y dirigida por Almudena Carracedo y Robert Bahar, es la historia de la herencia franquista, de los más de 100.000 asesinados enterrados en fosas comunes. Todavía viven algunos hijos de aquellos muertos.
Todavía luchan para que aquel segundo en el que dejaron de respirar no se quede encadenado a una cuneta.
María Martín, hija de una de las víctimas, se acercaba cada cierto tiempo a dejar flores en el lugar en el que creía que yacía su madre. La anciana, sentada al borde de la carretera, seguía velando su cuerpo; un cuerpo intuido y llorado pero nunca visto; abandonado allí por quien le había quitado la vida.
Esta ley del silencio sigue vigente. Incomprensible, cuando en el resto del mundo muchas democracias jóvenes han eliminado esta legislación, creada al final de sus dictaduras. España había sido incluso un país pionero, cuando Garzón logró llevar a juicio a Pinochet. Pero quieren convertir los muertos propios en innombrables, así que en nuestro caso también ha sido otro país, Argentina, el que consiguió llevar esta caso a juicio.
Hablan de la inconveniencia de cerrar heridas, pero algunas nunca han cicatrizado. El silencio de los otros es la historia de una herida a la que han intentado tapar con tierra; una herida infectada, como si esto pudiese causar amnesia.
23 disparos también es una lucha contra el olvido. Dirigido por Jorge Laplace, este documental supone un trabajo de investigación sobre la muerte violenta de Manuel José Garcia Caparrós, ocurrida en Málaga el 4 de diciembre de 1977 durante una manifestación a favor de la autonomía de Andalucía. Uno de los policías que había estado presente ese día, lleva a cabo una investigación sobre estos hechos que nunca han sido aclarados. A través de entrevistas a sus hermanas, a asistentes a la manifestación, a policías que estuvieron presentes pero que nunca habían hablado ante una cámara, se va reconstruyendo los acontecimientos que, aún así, siguen teniendo demasiados interrogantes.
Todo apunta a que la información ha sido ocultada, incluso manipulada. La insistencia de muchos policías en que solo se habían realizado disparos al aire, contrasta con los 22 disparos extraídos de muros cercanos. El número 23 mató a Manuel José García Caparrós.
La investigación tiene lugar 40 años después. Sus hermanas siguen reclamando su derecho a saber por qué una bala acabó con la vida de su hermano, de apenas de 18 años. Una vez más, la incertidumbre no deja cicatrizar, a veces solo acelera otras muertes: su madre y su padre fallecieron poco después, fracasando en cada intento de mantener abierto el caso.
Y cómo se recuerda algo así después de 40 años: las hermanas convirtieron el dolor en empeño de saber la verdad. Los policías, algunos, persiguen lo contrario: los que saben parecen querer olvidar, desdibujar el recuerdo hasta que todo parezca improbable.
En 1977 nos dijeron que el olvido y el silencio nos salvarían. Nadie consiguió olvidar, pero los que recuerdan, se están muriendo. El silencio, ahora así, se está convirtiendo en amnesia. Como país, tenemos demasiadas lagunas en nuestra memoria, y sabemos de sobra lo que pasa en las sociedades que no conocen su historia. Quizás esa sea una de las sesiones más amargas de IberoDocs, pero también de las más necesarias. Por suerte, todavía estamos a tiempo de recordar.
El jueves 9 de mayo se proyectará El silencio de los otros (6 pm) y 23 disparos (8.30 pm) en el Scottish Storytelling Centre de Edimburgo, dentro del festival IberoDocs.
—
Imágenes © Sus autores / Son fotogramas de las películas