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Cine
´Los burgueses de Calais. La última frontera´. La historia de un campamento de refugiados, en IberoDocs
por Ana G. Chouciño
La zarza arde Pero no se consume Los campamentos de refugiados se destruyen Pero la gente reaparece Flujo continuo de la vida La vida vuelve Porque la vida se habita a sí misma Arde Pero no se consume
Año 2015. Una mujer traduce textos en un pequeño apartamento de Calais. Muy cerca, en la jungla, sobreviven, malviven, miles de refugiados
Año 1347. Seis burgueses son desterrados de la ciudad de Calais. A cambio, el rey Eduardo III de Inglaterra perdona la vida al resto de los habitantes de esta ciudad a orillas del mar.
Los burgueses de Calais. La última frontera, de Jesús Armesto, es un collage de imágenes y de palabras dirigidos a nuestra conciencia; un recordatorio del trato inhumano que estamos dando a los inmigrantes dentro de nuestras fronteras.
El jurista Baltasar Garzón; Helena Maleno, defensora de los derechos humanos; la fotógrafa Isabel Serro; Pascale Ruffel, psicóloga; Blanca Garcés, investigadora del area de migraciones y Bichara Khader, especialista en el mundo árabe, analizan el sinsentido de esta crisis. No se debe a fenómenos naturales e inevitables, sino a falta de actuación de las sociedad occidentales ante un problema del que somos responsables.
Nos recuerdan que las migraciones siempre han sido parte de la historia de nuestra especie, que el mestizaje es el único modo de perpetuarse, que no vale de nada cerrar vías, porque la desesperación abrirá otras y serán más arriesgadas.
6000 personas llegaron a vivir en la jungla; el campamento ya no existe pero “el flujo continúa, la vida vuelve”. Ya no existe pero por un momento pareció un bucle eterno, un purgatorio inmerecido en el que sobrevivieron creando escuelas, iglesias, excusas para seguir viviendo. Hambre, frío, y lo peor: la esperanza perdida, desangrada en los alambres con espinas que impedían destruir el bucle. El campamento fue cárcel y hogar al mismo tiempo.
No puedes olvidar hablar de la fragilidad La piel es frágil La infancia es frágil La voz es frágil Huidiza La piel sobre el alambre es frágil Un papel mojado es frágil Frente a la bola de acero de un bolígrafo
Y mientras, a sus espaldas, Calais. Una ciudad pobre, y la perversidad de un sistema que genera recelo entre dos comunidades igual de ignoradas.
Jesús Armesto creó poesía uniendo dolor, imágenes y voz. Una vecina de Calais lavaba la ropa de los refugiados, la plegaba con dulzura y la guardaba en una bolsa. Gracias a ella, nos permitimos mantener la esperanza.
Los burgueses de Calais. La última frontera será proyectada en Edimburgo el 4 de mayo a las 4 pm en el Rose Theatre (Edimburgo) dentro del festival IberoDocs
Brasilia: la vida después del diseño. El sueño de una ciudad utópica, en IberoDocs
por Sandra García
“Si Brasilia fuera una persona sería una mujer, vagaría al son de la Bossa Nova. Tendría un aire chic y despreocupado. Sería elegante e iría bien vestida”. Esta es la descripción que Gabriela, una joven arquitecta de labios rojos y gafas a lo Bob Dylan, nos hace de Brasilia. Una de las perspectivas de esta ciudad a la que a menudo se ha descrito como “utópica”.
‘Tierras Solares’, de Laura Hojman: el viaje de Rubén Darío a Andalucía, en IberoDocs
por Ana G. Chouciño
Rubén Darío viajó a Andalucía en 1902 buscando luz, intentando sacudir la melancolía que acechaba bajo las nubes de París. Tenía apenas 35 años, pero su desarraigo familiar, su infancia difícil como niño superdotado y su madurez precoz se habían convertido en una carga demasiado pesada. El cansancio y la tristeza había degenerado en depresión y alcoholismo: el sol parecía la única medicina posible.
IberoDocs pone el foco en Brasil. Ex-Pajé (Ex-Shaman), de Luiz Bolognezi, será proyectado en Edimburgo y Glasgow
por Ana G. Chouciño
El escritor y crítico John Berger, en El traje y la fotografía, analizaba a través del uso del traje la diferencia de clases. Explicaba cómo estos habían sido diseñados para una clase adinerada que consiguía además una vestimenta hecha a medida. Sus ropas disimulaban unos cuerpos apenas musculados, debido a una vida sedentaria. Por el contrario, las mismas telas, aunque de una calidad mucho menor, oprimían los robustos cuerpos de los trabajadores.
La revolución del flamenco de Camarón llega a Escocia, de la mano de Alexis Morente e IberoDocs
por Ana G. Chouciño
Camarón es un mito, incluso para los desconocedores del flamenco. Yo era todavía niña, pero recuerdo una voz desgarrada que sacudía las entrañas, unos ojos oscuros en un rostro cada vez más enjuto, un entierro multitudinario convertido en catarsis.
Camarón era un dios pagano al que veneraban incluso los no creyentes. Alexis Morente, director de Camarón: Flamenco y revolución, hace un homenaje al músico, pero también se propuso recuperar su historia para los que solo intuimos la leyenda.
Lo hace a través de fotografías, vídeos caseros y grabaciones de sus actuaciones, de entrevistas a sus amigos, de una magnífica voz en off que hilvana fragmentos de su vida. El acento andaluz de Juan Diego, casi convertido en música, arropa al personaje con ternura y humor. El mesías, por fin, recupera así su condición de humano. Descubrimos a un hombre humilde pero consciente de haberse convertido en el símbolo de una etnia, de un modo de vida. Cuenta su amigo Paco de Lucía que Camarón no necesita letras reivindicativas en sus canciones, que, solo con su voz rasgada transmite el sufrimiento y la persecución que su pueblo sufrió durante siglos.
Los gitanos nunca han tenido ansias imperialistas, pero siempre han luchado por vivir de acuerdo a sus creencias. Y esto lo reivindica Camerón una y otra vez, insistiendo en crear música “a su manera”, aunque esto contradiga las reglas más afianzadas de los puristas del flamenco. Camarón fusionó géneros y rompió normas. El flamenco adquirió así una nueva dimensión que no siempre fue bien aceptada.
Morente nos lleva a través de luces y sombras; deconstruye a Camarón con cariño y respeto, para que no veneremos más al mito, sino al cantaor con duende que supo arriesgarse. Su revolución ha llegado mucho más allá del flamenco.
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Camarón, flamenco y revolución, será proyectada el 13 de abril a las 6.15 en Filmhouse, dentro del festival IberoDocs
Después del punto e inflexión que supuesto el quinto aniversario de IberoDocs en 2018, el festival de documentales iberoamericanos en Escocia está a punto de comenzar su sexta edición. Por primera vez, el festival se expande temporalmente y se celebrará durante seis semanas desde el 11 de abril al 19 de mayo. Una vez más, tendrá lugar en Edimburgo y Glasgow.
Dice el equipo de Cinemaattic que casi todas las piezas de este ciclo de audiovisual catalán hablan de los momentos en los que nos sentimos perdidos, de que eso no siempre es negativo, de que quizás deberíamos darnos una tregua hasta encontrarnos de nuevo.
Brit Es ha tenido la suerte de acudir a varios de los eventos de SCAT – Festival de Cinema Catala d’Escocia, y uno tras otro han ido dibujando un mapa de derivas personales, desde la infancia hasta la edad adulta, esa etapa que a veces parece no llegar del todo, o al menos no como imaginábamos. Caminos que nos obligan a recorrer aunque no queramos, desvíos que elegimos, y la inevitable incertidumbre de lo que hubiera pasado si nuestra elección hubiese sido otra.
El documental ‘Cárceles Bolleras’ de Cecilia Montagut en el Festival de Cine Feminista de Londres
por Brit Es Magazine
El London Feminist Film Festival, cuya primera edición fue en 2012, tiene como objetivo apoyar a mujeres cineastas en un sector y una industria dominada por los hombres, abrir el debate feminista en torno al cine y hacer una programación dentro del activismo que sirva de inspiración a otras mujeres. Este año tiene lugar del 16 al 19 de agosto, con proyecciones en el Rio Cinema de Dalston, el Genesis en Whitechapel y una proyección en el BFI de Southbank, la mayoría de las sesiones incluyen una mesa de debate.
Cinemaattic se ha despedido hasta septiembre, y lo ha hecho con lleno total en fiesta dedicada a Perú. Gastronomía, baile y cine para acercarnos una comunidad mucho más presente en Escocia de lo que nos habíamos imaginado. Bailarines de Huayno, un género de música y baile llegado desde los Andes, llenaron la sala de colores brillantes y movimientos enérgicos; y mientras, atentos al espectáculo, saboreábamos alfajores y empanada de aji.
El mudo (2013) fue la película elegida para la noche. Diego y Daniel Vega dirigen este filme que aborda la corrupción en la sociedad peruana. Constantino Zegarra es un juez que, sorprendentemente, no sucumbe a los sobornos con los que lo tientan a diario. Sin explicación previa y con sospechosas irregularidades, un día lo relegan de su cargo, y a las pocas horas recibe un disparo en la garganta que lo deja sin habla. Esta incapacidad no impide que haga todo lo posible para encontrar a su atacante. Es más, su mudez se convierte en protagonista del filme; Zegarra, interpretado por Fernando Bacilio, transforma su silencio obligado en arma, se centra en observar, en señalar con la mirada mientras el engranaje corrupto se hace cada vez más evidente en medio del silencio. Los hermanos Vega dirigen esta cinta con dosis de humor negro, con la misma ironía y sarcasmo con el que actúan los corruptos. El engranaje es tan perverso y sucio, tan evidente, a veces lo mejor es no decir nada: la corrupción habla por sí sola.
Cinemaattic, una vez más, entreabrió la puerta a un cine desconocido para muchos. Veamos qué otros cines nos descubrirá en septiembre.
Foto portada © Miguel Manzano Merino