Durante cinco días no salió de su habitación del Hotel María Cristina donde planificó con detalle todas sus apariciones públicas, que fueron pocas pero tan intensas como los personajes a los que nos tenía acostumbrados.
En el 89 estaba yo en esa etapa de la vida en la que todo lo sabes y quieres saber. Descubría el cine de la mano de mi padre y acompañada por otro de los editores de esta revista. Fue una época de filmotecas, libros y revistas que marcaría nuestras vidas y sellaría nuestra amistad.
Mankiewicz, Lang, Kazan, Eisenstein, Wilder, Truffaut… Marlon Brando, Peter O’Toole, Greta Garbo, Dirk Bogarde, Ava Gardner, Cary Grant, Bette Davis…
El cine nos acompañaba mientras crecíamos en nuestro intento por superar en conocimientos cinematográficos al “viejo”, a quien, por cierto, después de bien pasados los cuarenta, todavía no he conseguido alcanzar. Papá hace ya once años que se fue y Abel ha continuado viendo, leyendo y viviendo el cine. Quizás a día de hoy podrían estar hablando entre ellos de las últimas pelis de Haneke, el cine de los Coen, del alzheimer de Jack Nicholson o de lo bueno que está Fassbender.
Gracias al documental “El último adiós de Bette Davis”, dirigido por Pedro González Bermúdez, he revivido aquellos momentos y he vuelto a disfrutar, si cabe todavía más, de la fantástica puesta en escena de la Davis en la rueda de prensa que dio al recibir el premio de honor Donostia en 1989 en el Festival de San Sebastián.
La actriz acudió a la cita, delicada de salud y posiblemente consciente de que sería el último galardón que recogería. Pero demostró, una vez más, su capacidad interpretativa y representó su último papel en público y ante una España añorante de divas, glamour y estrellas.
Durante cinco días no salió de su habitación del Hotel María Cristina donde planificó con detalle todas sus apariciones públicas, que fueron pocas pero tan intensas como los personajes a los que nos tenía acostumbrados.
En el documental, González Bermúdez nos plantea un recorrido por lo que fueron esos días. a través de los testimonios de periodistas, fotógrafos y miembros de la organización que aquel año trabajaban en el certamen. Incluyendo la colaboración de Kathryn Sermak, la asistente personal que acompañó a la actriz en aquel viaje y que fue su persona de confianza en la última etapa de su vida. Sermak enseña 25 años después, desde la misma habitación en la que se alojaron, cómo fue la estancia de ambas, cómo era trabajar con Bette Davis al tiempo que comparte sus recuerdos y fotos con el espectador “Pasar por todo lo que habíamos pasado, llegar aquí y encontrarnos con tanto entusiasmo fue abrumador, le encantó”.
La mezcla de imágenes de archivo con las entrevistas actuales se complementa con unas maquetas de cartón, que representan la ciudad, el hotel y la sombra de la propia Bette Davis, a través de las cuales la cámara nos invita, de forma inteligente, a meternos de lleno en la leyenda de la diva y de lo que fue su paso por San Sebastián aquel año. ¿Realmente ocurrió todo así?
Bermúdez, ganador del Goya al mejor corto documental en 2012 por ‘Regreso a Viridiana‘, nos demuestra una vez más que sabe contar historias de cine en formato documental. En el guión le acompaña Juan Zabala.
En fin, que si estáis en Londres el lunes 28 de septiembre no dejéis de ir a verla, estoy segura de que os emocionaréis cuando veáis aparecer a Bette Davis con gesto impasible, fumando de pie y apoyada en una cómoda antigua, segundos después de que Diego Galán la ‘soltara’ justo antes de abrirse el telón. Qué pena no haber tenido en aquel momento 42 años y esta revista para poder estar en esa rueda de prensa.
—————————–
Estreno en Reino Unido el 28 sep | 6.30pm | Regent Street Cinema con una introducción del director, dentro del marco del London Spanish Film Festival:
www.londonspanishfilmfestival.com/2015-festival/2015-films/el-ultimo-adios-de-bette-davies.html