Roberto Fonseca embriagó y puso a bailar al público londinense con su carisma y su son cubano, rico en matices, aditivos sonoros y diversas referencias estilísticas, en el que fue el colofón de su gira ABUC por Reino Unido, de nuevo en el Barbican Centre. El pasado mes de marzo, el expianista de Buena Vista Social Club y multiinstrumentista cubano vino a presentar su último disco, dando comienzo a la actuación con Cubano Chant -original del jazzista Ray Bryant–, la primera pieza de ABUC, su debut discográfico junto a Impulse! Records.
Dinámico e interactivo, Fonseca pedía la participación del público para dar paso a Family, uno de sus temas más rítmicos, en el que los asistentes seguían con palmas el pulso alternativamente cambiante entre un rabioso jazz-funk y una vuelta a la canción cubana tradicional. Improvisando riffs de hammond al órgano y con fantásticos solos ejecutados por su sección de tres vientos, Fonseca y su banda vinieron con el claro objetivo de animar al público con las canciones de ABUC, no en vano llamado CUBA, al revés.
Pero el joven compositor venía con otras sorpresas y dispuesto a ofrecer un espectáculo de contrastes, provocando otra serie de emociones sobre el escenario más allá de los temas más bailables por el contagioso ritmo de Ramsés Rodríguez –batería– y Adel González –a la percusión–. La gran sala de conciertos se llenó de expectación con la intensidad de interpretaciones como la de una impresionante Contradanza del espíritu, que supuso un fuerte viraje hacia los otros universos musicales de Fonseca, enriqueciendo su espectro de registros, para después volver de nuevo y más que nunca a las raíces de la isla con Bésame mucho.
En el extenso concierto que ofreció en el Barbican Centre, Roberto Fonseca hizo un repaso por la historia pasada, las tendencias futuras y los límites estilísticos de la música cubana, de la mano de uno de los músicos cubanos más ambiciosos y prometedores para el desarrollo del nuevo sonido cubano.
Fotos © Arien Chang