Tras el éxito de su primer CD, ‘Vivaldi Premieres’, que los impulsó a un reconocimiento internacional, y tras ser calificados por la BBC como la mejor versión existente de Corelli, MUSIca ALcheMIca, con Lina Tur Bonet como directora y solista, vuelve a grabar obra inédita de Antonio Vivaldi. Tras 300 años de silencio, estas partituras del maestro veneciano despiertan ahora de su sueño secular para los oídos de un mundo radicalmente diferente.
Brit-Es de nuevo, ha podido entrevistar a Lina y esto es lo que nos cuenta de su apasionante nuevo álbum.
Hola Lina, ¡qué bien volver a tener un trabajo tuyo!, esta vez con un álbum que incluye la versión original del célebre “Grosso Mogul” de Vivaldi [su concierto más virtuoso]. Lo presentas como inédito ¿a qué te refieres exactamente cuando hablas de música inédita de Vivaldi?. ¿Son partituras que él nunca presentó al público?, ¿son piezas que se han encontrado ahora y no han sido interpretadas anteriormente?, o quizás ¿son obras que nadie ha tocado y eres tú la primera?
Son obras de Vivaldi que aún no han sido grabadas, por lo cual creemos que llevan muchos años (o siglos) sin ser escuchadas. Entre las que hemos grabado, además, hay algunas sin editar todavía, como una pieza del compositor Pisendel corregida por el propio Vivaldi. Imaginamos que se tocaron todas en su momento en Venecia, pero quizá, entre la vasta obra del compositor, no hayan vuelto a ser interpretadas desde entonces. Lo que sí son, con seguridad, es WPR (World Premiere Recording).
¿Cuál es tu proceso de trabajo?, ¿buscas esas piezas inéditas? y ¿dónde?.
Me ayuda el musicólogo Olivier Fourés, una eminencia en todo lo que tiene que ver con Vivaldi, quien se encarga de todo el trabajo con los manuscritos y la edición crítica. Él fue quien, hace cinco años, me pasó los primeros inéditos que grabamos y salieron hace cuatro. Desde entonces, teníamos la idea de hacer una segunda parte y trabajamos para ello.
¿Podrías describir cuál es la base de tu interpretación?
Me interesa mucho el rigor, intentar ser lo más fiel posible al espíritu del compositor. También me interesa mucho la diferencia de estilos o de piezas: creo que cada obra debe tener su “afecto” [término barroco que denominaba los distintos caracteres] concreto, y diferenciarse de los demás. Creo mucho en la teatralidad del barroco pero no como efectos especiales, sino como expresión pura y capacidad comunicativa. El ritmo es la base primordial de la música y para mí muy importante, también en conceptos como el rubato y la libertad. La parte de improvisación y ornamentación musical me parece maravillosa. Y, sobre todo, creo que la música debe comunicar, y esforzarse (en concreto la clásica) por crear vínculos con el público en todo momento; no olvidarlo nunca, ni entrar en un “autoembelesamiento”. Así es que creo que mi base es mucho estudio, conocimiento y rigor, para luego dejar salir la creatividad, la espontaneidad y la comunicación.
¿Por qué te interesa lo inédito?
Porque creo que es de justicia que la música que está guardada en un cajón (y aún más cuando es tan buena) pueda ser escuchada. Es parte de mi misión como músico.
Has viajado por todo el mundo, ¿cuál es la reacción de las personas en cada lugar con tus interpretaciones?
Es muy diversa, pues cada cultura tiene su manera de expresarse, pero debo decir que adoro al público, pues cuando eres abierto y generoso con ellos, te lo devuelven -cada uno a su modo- con muchas creces. Cuando me dice alguien que “le he arreglado el día” o que “se lleva un recuerdo para siempre”, o que “se ha movido algo en su interior”, sea en una grabación o en un concierto, … todo el esfuerzo, que te aseguro que es mucho, ha merecido la pena.
Te conocimos junto al trabajo multidisciplinar del artista visual Angel Haro, ahora presentas este nuevo trabajo con la diseñadora de la Cierva y Nicolás, ¿qué nos cuentan estos proyectos multidisciplinarios? ¿están hechos para el público o también te ayudan a trabajar tu interpretación?.
Son ambas cosas. Es una manera mía, muy íntima, de relacionarme con la música y con los demás. No me gusta explicar mis conceptos, sino apenas que lleguen los resultados. Creo mucho en la fuerza del símbolo, y en la inmediatez que tiene para comunicar ideas. (Como ejemplo: Cuando me pongo a jugar al Pinball con un vestido barroco y mi estuche de violín al lado, como si llegara de un ensayo, estoy contando toda una historia de cómo interpretaban (según mi idea) las chicas huérfanas de la Pietá, de cómo vivían ellas, las intérpretes de Vivaldi, la Venecia del XVIII. Hay quien quiera ver en eso un intento comercial o una frivolidad; pero, sin querer yo explicarlo, hay mucho detrás de cada imagen. Curiosamente, quien sabe y conoce, lo ve, lo entiende y lo reconoce. Quien no lo sepa, puede quedarse con un concepto muy inmediato, que vale igual, los que se quedan en la superficie por prejuicios…se quedan sin el premio. Todas estas ideas, estos trabajos con otros artistas, me enriquecen y enriquecen el trabajo, añadiendo además un plus de belleza y de interés. Y encima, me divierto mucho y me hace pasar tiempo con artistas que admiro y de los que tanto aprendo.
Este año habéis sido reconocidos por la BBC como la mejor versión existente de Corelli, ¿qué supone este reconocimiento para tu carrera?
Es algo maravilloso que me ha alegrado mucho y a cuyo interés en nuestro trabajo estoy muy agradecida. No es fácil, y menos como española, que tengan en cuenta el trabajo de uno, habiendo además tantas versiones fantásticas de una obra tan importante, versiones que conozco y admiro. Valorarla además de esa manera, ha sido un sueño hecho realidad.
En ese CD puse lo mejor que tenía para realizar todos los ornamentos de la obra, lo cual fue un trabajo enorme y de mucha responsabilidad. Ha sido un premio importantísimo para mí a ese esfuerzo.
Y por último , si no fuera un violín, ¿qué llevaría a Lina Tur a crear?
Creo que cualquier cosa. He tenido que dejar varias veces en mi vida de tocar por motivos varios; y aunque lo único que conseguí fue confirmarme a mí misma que es lo que realmente deseo hacer, me sorprendía haciendo otras cosas creativas para “sobrevivir”, con lo que fuera que podía. Muy a menudo me digo: quisiera hacer cine, me encantaría saber pintar, por qué no seguí con la danza… pero luego me doy cuenta de que la música y el violín (tan absorbente ambos!!) son lo que tengo que hacer, lo mejor que pueda.
Lina, muchas gracias por tu música, yo creo que no hay mejor manera de terminar esta entrevista que escuchándote y viendo la energía que trasmites por medio de una de tus últimas grabaciones.
Fotos © Pablo F. Juárez.
Vestuario de Dolores Nicolás de «De la Cierva y Nicolás»