Manuel Minch investiga los cruces entre tecnología y naturaleza, entre tecnología y sociedad: la obsolescencia de nuestros dispositivos, la realidad a cada uno de los lados del espejo negro, la intersección entre lo virtual y lo tangible.
Sabe que lo virtual imita lo real, y por eso ha creado una galería en la red; paredes y salas que recorremos sin cuerpo. Las exposiciones se celebran cada luna llena, haciendo honor a su nombre, Internet Moon Gallery.
Minch lleva varios meses en Edimburgo y ha celebrado allí el último plenilunio. Su galería virtual se ha trasladado a un espacio físico. Skylight, en el centro de Edimburgo, deja entrar la luz de luna por sus lucernarios, mientras sus paredes han acogido proyecciones recogidas de Internet Moon Gallery. Esta vez, ha sido lo físico lo que ha imitado a lo virtual.
Fake plastic forevers & détournement of digital colonialism, de Juan Covelli, parte de un proyecto previo en el que Covelli escaneó en 3D catorce artefactos arqueológicos. A partir de aquí, invitó a seis artistas a descargar estos archivos y modificarlos. Estos objetos, traducidos a otro lenguaje, son rescatados así de una historia ya olvidada. Pierden su naturaleza física para transformarse en unos y ceros; ya no son tangibles, pero sí eternos.
Álvaro Chior cuestiona nuestra relación con los archivos digitales, acumulados hasta el infinito con el objetivo improbable de verlos algún día. Chior analiza nuestro flirteo con la destrucción de nuestros dispositivos, con su caída en espiral y la espiral como representación del movimiento más primitivo: su repetición en el universo hasta el infinito, sugiriendo que quizás nunca hemos dejado de caer.
Los vídeos de Darío Alva incomodan e hipnotizan a partes iguales. A pesar de la apariencia real de las escenas, los escenarios se llenan de interferencias, los protagonistas se rompen en píxeles y sus acciones, entre lo virtual y lo humano, se vuelven inquietantes.
La exposición de una noche ha contado también con la presentación de un DJ en streaming desde Galicia, gracias al colectivo Primvla, y obras del propio Manuel Minch. Con la pieza Mildlife, Minch analiza las ansias de control que establecemos sobre la naturaleza, y de qué manera lo artificial y lo natural pueden llegar a confundirse.
Estamos ya en creciente, Minch y su siguiente proyecto están ya casi listos para el próximo plenilunio. Mientras tanto, en Internet Moon Gallery es siempre luna llena.
Foto Portada © Álvaro Chior
1 comentario
Enhorabuena por la iniciativa, enhorabuena a Minch por su magnífico trabajo artístico y Curatorial y gracias a Brit-es y a Ana Chouciño por el artículo y su divulgación