IberoDocs puso el broche final al programa de Edimburgo con dos documentales que nos llevaron a dos extremos: la infancia y la vejez reflejados en la pantalla, dos ritmos que, sorprendentemente, no son tan diferentes.
No hay prisas en la infancia. En ‘Jonas e o Circo sem Lona’ (Paula Gomes, 2016), todos los días huelen a sábado por la tarde. Aunque haya que ir al colegio, aunque la madre de Jonas lo despierte cuando todavía tiene demasiado sueño. Y la preocupación de Jonas en ese sábado eterno es montar un circo con la ayuda de sus amigos. Los contratiempos para lograr el objetivo se convierten en lecciones valiosas, en ensayos y decepciones a los que tendremos que enfrentarnos el resto de nuestras vidas. La infancia deja poco a poco de ser refugio.
La años pasan, y nos lo recuerda Catalina Mesa con el título de su documental. ‘Jericó, el infinito vuelo de los días’ (2016). Varias mujeres de este pueblo colombiano nos cuentan su pasado: un puzzle de alegrías y tristezas; vidas, al fin y al cabo, narradas desde la resignación que da el paso de los días. El humor y los años mitigan tragedias, la tristeza se vuelve nostalgia y hacen balanza con las alegrías para seguir viviendo. Mesa les pide que miren atrás y que hagan el camino inverso, en ese momento en el que los recuerdos ya pesan más que las ilusiones.
IberoDocs se va de Edimburgo hasta el año que viene. De momento, cada uno de los documentales nos ha dado una lección de valentía: mujeres, hombres, niñas y niños luchando por sus ideales, por sus derechos, por sus cuerpos. Reivindicando sus recuerdos y sus deseos.
Por suerte, no tenemos que esperar hasta el año que viene para conocer más vidas. Muy pronto, segunda parte en Glasgow.
IberoDocs 2018 celebrará una segunda parte del festival en la ciudad de Glasgow (4 y 5 del próximo mes de mayo).