El cine se cruzó en su camino a la tierna edad de nueve años, cuando fue elegido para protagonizar ‘El espinazo del diablo’ a las órdenes de Guillermo del Toro, compartiendo set de rodaje con Eduardo Noriega, Marisa Paredes y Federico Luppi.
Sin lugar a dudas, Andreas Muñoz es uno de los Brit Es más polivalentes que hayamos entrevistado. Habla español, inglés y francés y ha trabajado en Estados Unidos, Argentina, Filipinas, República Dominicana, Italia, Reino Unido y España. Sus personajes en cine, teatro y televisión, los proyectos en los que se encuentra embarcado y aquellos que tiene en mente son tantos que podríamos enumerar hasta el infinito. Trabajador incansable, su apetito creativo parece no tener límites. En un momento de la entrevista nos confiesa que está deseando pasarse al otro lado de la cámara, que toca la guitarra y la batería y que entre sus proyectos de futuro figura escribir una serie de televisión. Madrileño del 90, fue criado en un hogar en el que se respiraba séptimo arte; no en vano, sus hermanos Gara y Omar también son actores.
El cine se cruzó en su camino a la tierna edad de nueve años, cuando fue elegido para protagonizar ‘El espinazo del diablo‘ a las órdenes de Guillermo del Toro, compartiendo set de rodaje con Eduardo Noriega, Marisa Paredes y Federico Luppi. Le agradecemos que haya hecho un hueco en su apretadísima agenda para, recién llegado de Filipinas, entre ensayos, vuelos, rodajes, postproducciones y promociones varias, poder responder a nuestras preguntas. A su 26 años ya ha interpretado a Shakespeare en inglés, ha conseguido que el director Guillermo del Toro incluyese dos veces su nombre en los créditos de una película y ha rodado una película en 24 horas non-stop. ¿A que queréis saber más de Andreas Muñoz? Os animamos a seguir leyendo…
Así para romper el hielo, ¿por qué decidiste venir a Londres?
No decidí venir a Londres, Londres decidió que tenia que ir. Me encontraba en España y me llamaron desde aquí, es por eso que me encuentro viviendo en esta locura de ciudad.
Empezaste tu carrera profesional a la edad de 9 años a las órdenes de, nada más y nada menos, que Guillermo del Toro. ¿Qué recuerdas de aquella experiencia?
Fue una experiencia que nunca olvidaré. A pesar de mi corta edad tenia muy claro lo que quería. Trabajé junto a grandes actores de la talla de Federico Luppi o Marisa Paredes. Siempre se me quedará grabado en la memoria el ultimo día de rodaje, tan sólo quedaba una escena, la mas complicada. Se llevaba a cabo con Eduardo Noriega en una piscina de aguas turbias y heladas. Algo dificilísimo ya que, para mas inri, se rodaba debajo del agua. Después de ocho horas de maquillaje, para elaborar el fantasma roto de porcelana y cubrirlo con látex para que no se diluyese con el agua, empezamos a ensayar con bombonas de oxigeno para que Eduardo y yo nos sumergiésemos debajo del agua para rodar la escena. Yo siempre he sido un buen nadador y buceador, pero en mi vida había practicado con una bombona de oxigeno debajo del agua… sentía que no podía respirar, me ahogaba. Guillermo tomó la decisión de que si no lo podía hacer, cambiaría el final. Pero yo me opuse y le dije: “Guillermo, yo lo hago a pulmón”. Mi madre me quería matar. Pero ¡lo hice! y con plomos en los bolsillos para no flotar debajo del agua, ya que desde el momento en que me sumergían y daban acción, tenia que abrazar a Eduardo Noriega y llevarlo al fondo conmigo. ¡La escena salió! Y Guillermo del Toro me cogió en volandas y empezó a dar vueltas diciendo: “Has salvado mi película, pídeme lo que quieras!” A lo que yo le respondí: “Guillermo, quiero estar reconocido doblemente en los créditos, uno como actor y otro como especialista”. Dicho, y hecho. Hombre de palabra. ¡Tenia que haber sido un poco mas pícaro y haberle pedido el prota en su siguiente película!
A su 26 años ya ha interpretado a Shakespeare en inglés, ha conseguido que el director Guillermo del Toro incluyese dos veces su nombre en los créditos de una película y ha rodado una película en 24 horas non-stop.
¿Cuándo y por qué decidiste que querías ser actor? ¿fue entonces?
Sinceramente no lo recuerdo muy bien, pero mi madre siempre me dijo que era un pesado desde pequeño. Según ella, cuando tenia tres años cada vez que veía un niño de mi edad en la televisión le preguntaba: “mamá, ¿por qué él está ahí y yo no?” Y no paraba de imitar cada vez que iba al baño y me daba una ducha, la mítica escena de ‘Solo en casa’ frente al espejo. Ese fue mi nacimiento como actor.
Tus hermanos Gara y Omar también son actores, ¿lleváis la actuación en los genes?
Lo llevamos clarísimamente, sí. Ademas, los tres. Siempre tenemos un pique sano para ver quién trabaja mas. Somos muy diferentes a la hora de abordar un personaje. Y tanto mi hermana Gara como mi hermano Omar, son unos grandísimos actores. Hemos aprendido muchísimo los unos de los otros. Tengo mucha suerte de tener unos hermanos así.
Con tu hermano has trabajado en ‘#3 Terrazzo: Le 24 volte’ ¿cómo te sentiste al compartir plató con él?
Ya tuve la oportunidad de trabajar en la película de Yolanda Garcia Serrano ‘Hasta aquí hemos llegado’ con él. Recuerdo que después de la prueba, a la directora le gustamos tanto los dos que no sabia por quien decantarse y le dio el papel a mi hermano, pero escribió otro para mi. Uno de los mejores papeles sin duda, ser el malote y tener que canear mi hermano. Todo un lujo. Pero el personaje que interpreta mi hermano en la película ‘ #3 Terrazzo: Le 24 volte’, postrado en silla de ruedas y a punto de fallecer debido a una enfermedad degenerativa, supera con creces cualquier otra cosa. No vi un actor en set, vi a un monstruo interpretativo. Él, es el verdadero protagonista de la película, no yo.
La película, que ha recibido varios galardones, fue rodada en Roma en una jornada continua de veinticuatro horas, ¿cómo resultó el rodaje?
Una locura en la que me embarqué de la mano de mi gran amigo y director Giulio Rubinelli. Fue una experiencia única, y que volvería a repetir sin duda. Grabamos durante veinticuatro horas sin parar, en una terraza en el centro de Roma donde todo podía pasar.
Este año se estrena la película ‘Ignacio de Loyola’ en la cual tienes el papel protagonista, suponemos que habrá sido un reto apasionante.
Totalmente y además muy enriquecedor. He crecido como persona y como actor, es un papel que cualquier actor en el mundo querría interpretar. Soldado de la corona española, que termina convirtiéndose, después de un largo camino, en Santo. Sin duda alguna, ha sido una de las mejores cosas que me han ocurrido en mi vida.
¿Cómo has preparado el personaje? ¿Es más difícil preparar un personaje histórico que uno que vive en la actualidad?
La preparación del personaje la llevé a cabo muy a fondo. Primero de todo intenté recopilar todo tipo de información sobre Ignacio de Loyola; biografías, escritos que fui encontrando, visitando monumentos, pinturas, colegios… y como no, hable con jesuitas. Tiene su grado de dificultad, para que nos vamos a engañar. Estás interpretando historia, hechos que han ocurrido 400, 500 años atrás. Por eso, cuando preparo un papel de esta envergadura, siempre me gusta llegar a las raíces del personaje, ¿de qué se rodeaba? ¿qué respiraba? ¿cómo comía? ¿de qué se alimentaba? ¿cuál era su día a día? Y, sobre todo, ¿cuáles eran sus objetivos?. Íñigo de Loyola me hizo conectar mucho con la tierra, que, en definitiva, es la esencia de un guerrero, lo terrenal. E Ignacio de Loyola me transportó a otros niveles absolutamente inimaginables, un nivel espiritual muy elevado que él dejaría muy bien plasmado para la posteridad en sus “Ejercicios Espirituales”.
¿Cómo ha sido el rodaje en Filipinas? ¿y el trabajo con el director Paolo Dy?
El rodaje fue bastante intenso, muchas horas y muchísimo calor, pero tanto el equipo filipino como el equipo español estuvieron de diez. Ellos curraron como los que más. Si este proyecto ha salido adelante es por el amor, pasión y trabajo duro que ambos equipos han llevado a cabo. El trabajo con Paolo Dy fue bastante especial, desde el primer momento conectamos, y fuimos construyendo poquito a poco el personaje que queríamos mostrar. Él partía con ventaja, ya que aparte del director de la película, es el guionista, pero estaba abierto a todo tipo de proposiciones creativas. Es un director con el que trabajar codo con codo ha sido un autentico gustazo. Y espero que esto solo haya sido el comienzo de algo maravilloso.
Otro proyecto de 2016 es ‘Demonios tus ojos’ de Pedro Aguilera, supone un cambio de registro total; una película arriesgada y truculenta, ¿qué fue lo que te llevó a participar en ella? Lo que realmente me llevo a participar en ella fue su guión, que me parece exquisito, y la forma que tiene Pedro Aguilera de ver el cine. Es una historia muy arriesgada.
En ella trabajas con algunos jóvenes talentos del cine español como Ivana Baquero, Julio Perillán, Lucía Guerrero, Nicolás Coronado, Juan Pablo Shuk y Elisabet Gelabert. ¿Les conocías? ¿cómo ha sido la experiencia de trabajar con ellos?
De todos ellos tan solo conocía a Julio Perillán. Trabajamos previamente en Ignacio de Loyola, donde él interpreta a Padre Sánchez, mi salvador. Él ya estaba embarcado en ‘Demonios tus ojos’ y me hablo del proyecto mientras rodamos ‘Ignacio de Loyola’; me interesó bastante y entonces me puso en contacto con el director. En cuanto terminé de rodar y volví a Madrid hice una prueba delante de los dos, y, sorprendentemente, Pedro Aguilera me ofreció el papel en esa misma habitación donde había llevado a cabo la prueba. Trabajar junto con Ivana Baquero, Lucia Guerrero, Nicolas Coronado… fue un lujazo. Y repetir con Julio Perillán… en fin, todo lo que diga se queda corto, es una bestia interpretativa al que no hay que quitarle el ojo de encima este 2016. Ya veréis por qué…
Como diría mi madre: “el teatro cura el alma”. Y estoy totalmente de acuerdo en ella. (…) Eres tú y el público. Hacer teatro para mi significa conectar con mi yo como actor, mi yo como cómico.
A lo largo de tu carrera has compaginado tus trabajos en teatro, cine y televisión, ¿en qué medio te encuentras más cómodo?
En cualquiera de los tres me muevo como pez en el agua. He sabido adaptarme rápidamente a lo que se requiere en cada sector, mentiría si dijera que me encuentro mas cómodo en uno u en otro.
Tu currículum televisivo incluye la participación en series muy populares como ‘Policías’, ‘Ana y los siete’, ‘Los protegidos’ y ‘El comisario’. ¿Qué te ha aportado tu experiencia en televisión?
Me ha aportado mucha rapidez a la hora de construir un personaje y la forma de llevarlo a cabo. Hay que tenerlo todo bajo control y sobre todo estar muy abierto a lo que se te pide como actor. La escucha es clave, así como la capacidad de adaptación.
Seguramente tus trabajos en cine y televisión son los que te han hecho popular entre el gran público, pero no podemos obviar tu faceta como actor teatral. ¿Qué significa hacer teatro para ti?
Como diría mi madre: “el teatro cura el alma”. Y estoy totalmente de acuerdo en ella. La conexión con las raíces de la interpretación es algo que todo actor debería experimentar al menos una vez. Eres tú y el público. Hacer teatro para mi significa conectar con mi yo como actor, mi yo como cómico.
Recientemente has interpretado ni más ni menos que a ‘Hamlet’ de Shakespeare. ¿Cómo se prepara uno de los textos teatrales más relevantes de todos los tiempos? (y, además, en inglés)
Se prepara echándole muchas horas de trabajo, leyéndolo una, y otra, y otra vez… hasta que de repente las palabras fluyen solas. Shakespeare parece muy complicado, que lo es, ¡y más en inglés! Pero te sorprendería la facilidad con la que las palabras, una vez que trabajas con ellas, fluyen y se tatúan a fuego.
¿Cómo fue la recepción del público en Londres y Glasgow? [se represento en The Cockpit Theatre en Londres y Tron Theatre en Glasgow].
Fue un sueño cumplido. Si te pones a pensarlo bien estamos hablando de que un español está interpretando uno de los papeles mas icónicos de la cultura anglosajona. Se me ponen los pelos de punta. Fue un objetivo que me marqué, y que con muchísimo esfuerzo, conseguí. La recepción del público fue espectacular, tuvimos muy buenas criticas tanto en Glasgow como en Londres. Como he dicho antes, sin duda alguna un sueño cumplido. Ahora a por los siguientes.
Has interpretado también ‘Dunsinane’ una producción de la Royal Shakespeare Company y el National Theatre of Scotland. ¿Cómo fue la experiencia?
Es otro nivel. Salir a escena del Teatro Real de Glasgow respaldado por la Royal Shakespeare Company y el National Theatre of Scotland a interpretar tu papel delante de 3000 personas cada noche, es otro nivel.
Teniendo en cuenta el año en que estamos, si te pedimos que elijas entre Shakespeare y Cervantes, ¿con quién te quedas?
Con Shakesperare, con Cervantes, con Calderón, Lope de Vega, Tirso de Molina, Federico Garcia Lorca, Moliere, Dante Alighieri …
En 2012 fuiste a estudiar al Royal Conservatoire of Scotland, ¿por qué allí?
Porque está considerada una de las mejores escuelas de arte dramático en el mundo. Empece mis estudios en 2010 en la RESAD de Madrid, donde conocí a personas maravillosas y sobre todo recibí una formación exquisita, que complementé yendo en 2012 al Royal Conservatoire of Scotland. Dos escuelas con diferentes visiones y estilos, que me hicieron crecer como actor.
Eres miembro de la Spanish Theatre Company desde 2016 ¿qué significa para ti?
Cesar Martinez Herrada [director y productor cinematográfico] sabia que estaba viviendo en UK, y un día charlando con él, me comento que Jorge de Juan estaba llevando a cabo un proyecto de gran envergadura en Londres. Me puse en contacto con él y en cuanto llegue, a principios de Octubre de 2014 y nos volvimos a ver para hablar del proyecto. A raíz de ahí comenzamos a trabajar la obra de teatro de Ana Diosdado ‘Olvida los tambores’ y el resto es historia. Estar en la Spanish Theatre Company significa derribar barreras culturales. Tenemos grandísimos textos españoles y latinoamericanos, joyas que, por desgracia, muchas veces no salen mas allá de nuestras fronteras y es algo que queremos cambiar, empezando en Londres, la cuna del teatro por excelencia. Ser parte de la Spanish Theatre Company significa escribir parte de la historia cultural, significa cambio. Espero que la gente pueda ver lo que nosotros vemos y nos apoye porque, sin duda alguna, hay mucho futuro en ello.
¿A qué actores admiras?
Robert de Niro siempre a sido una referencia para mi. También admiro muchísimo a Sean Penn, Marlon Brando, Al Pacino, Daniel Day Lewis, Javier Bardem, Joaquin Phoenix, Tom Hardy, Christian Bale, Michael Fassbender, Jared Leto, Brad Pitt… Bestias de la interpretación.
Y, para terminar, ¿puedes adelantarnos cuáles son tus próximos proyectos?
Tengo algunos proyectos bastante interesantes. Soy algo supersticioso, así que hasta que no se confirmen esos proyectos, es mejor no hablar de ellos. Pendientes de estreno hay un cortometraje y un documental que he rodado en Londres. También me estoy empezando a introducir en el otro lado de la cámara. He sido cámara para un documental llevado a cabo en el campo de refugiados en Calais y estoy escribiendo actualmente lo que puede llegar a ser una futura serie de televisión. Me interesa muchísimo el mundo de la dirección cinematográfica. Y a ello voy, tengo que seguir cumpliendo sueños.
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Fotos portada © Lorenzo Hernandez
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