Lina Tur es una violinista versátil, que tras trabajar desde muy joven junto a muchos de los artistas más reconocidos de la música barroca, romántica y contemporánea del momento, y dedicarse como solista a la interpretación y grabación tanto de los grandes compositores como de músicas inéditas, se ha convertido ya en un referente de la música en España, siendo reclamada en toda Europa para agrupaciones de primer orden mundial.
En el mes de mayo de 2017 dio un concierto en el Cervantes Theatre de Londres y Brit Es tuvo la oportunidad de hablar con ella. Una artista que nos cautivó y que quisimos conocer un poco más.
Lina, conocimos más sobre ti cuando presentaste junto al clavecinista Daniel Espasa un concierto/conversación muy interesante en Londres, un acto de colaboración entre la Consejería de Cultura de Murcia y el Cervantes Theatre para visibilizar la creación contemporánea murciana. En él se presentó también al artista plástico Ángel del Haro, con quien has trabajado uniendo música y artes plásticas en formato vídeo. ¿Cómo surgió vuestra colaboración y el sin fin de sinergias que hicieron posible el maravilloso encuentro?
Conocí la obra de Angel Haro en una exposición en Madrid. De aquella visita salí con el convencimiento de que teníamos mucho en común, y fue maravillosa la casualidad de que viniera a un concierto mío pocos meses después. Allí pudimos conocernos ya personalmente y constatar que mi intuición era correcta: Las ganas de trabajar juntos y la seguridad de que había mucho que compartir fueron inmediatas. a partir de entonces todo fue muy rápido, y de hecho ya estamos pensando en la próxima colaboración. La primera fue este fantástico vídeo, un placer y una inmersión muy intensa y productiva, en cuya realización disfrutamos mucho.
Gracias al formato del evento del Cervantes Theatre, en el que conversabais con el público entre pieza y pieza, explicando pequeños detalles sobre la música barroca, conseguisteis una bonita excusa para ‘picarnos’ a todos y entender, que la música barroca, no es algo tan lejano. La música de Corelli , que interpretabais en ese caso, tiene mucho de orgánica y de contemporánea. Cuéntanos qué significa para ti Corelli en pleno 2017.
Creo que la música de los grandes genios (también los de hoy en día), así como la obra de cualquier gran artista habla directamente al corazón humano, y yo no creo que ese corazón haya cambiado en el paso de los siglos. Obviamente cambiamos mucho en la forma y en las modas, o en las prioridades. Pero en lo más hondo de nuestro corazón, que esa donde va a la música directamente, no creo que haya cambios sustanciales. El barroco pretende expresar por encima de todo, y en ello entronca con hoy en día. Corelli fue un artista que cantó sobre todo a los excelso, a lo sublime, a la alegría y a la belleza. Es un autor de carácter completamente apolíneo, pero como todo arte, con su buen componente dionisíaco también. En ese sentido, creo que nos recuerda muchas de las cosas más bellas que hay en la vida, y es una celebración de ella misma. Así lo siento yo.
En tu conversación con el público me llamó la atención la fuerza creativa expansiva que emanas. Podíamos percibir perfectamente tu pasión por el arte, un arte que no sólo lo interpretas a partir de tu violín sino que en muchas ocasiones pides a artistas plásticos, como es el caso de Ángel Haro u otros creadores que interpreten contigo “una partitura” ¿Podríamos decir que una partitura de música tiene la capacidad de materializarse en múltiples formas artísticas a partir de tu trabajo?
Me encanta que me digas eso, pues realmente me fascina lo que hago, y me siento muy afortunada, aunque yo no sea capaz de verlo desde fuera. Viene de una llamada interna mía. Y sobre todo me siento muy afortunada por las maravillosas personas con las que puedo compartir ideas y emociones, aprendiendo tanto de ellas y de lo que saben hacer y yo desconozco. Es una suerte de poder hacer las cosas de las que yo no soy capaz de una manera más o menos indirecta. Creo mucho en la sinestesia, en las sinergias entre personas distintas, entre maneras de ver el mundo distintas también, y unificar es uno de mis mayores deseos. Por eso mi grupo se llama MUSIca ALcheMIca, porque pretendo juntar materiales muy diversos para unificarlos en un metafórico oro.
En tu trayectoria profesional junto con tu grupo MUSIca ALcheMIca, has grabado trabajos de clásicos como Legrenzi, la obra inédita de Antonio Vivaldi, las sonatas de Elisabeth Jacquet de la Guerre, las Sonatas del Rosario de Biber y, recientemente, el Op. V de Arcangelo Corelli, ¿qué es lo más importante para ti y tu grupo cuando decidís trabajar la obra de algún músico? Cuéntanos qué te cautivó de ellos.
Cuando me decido a poner en marcha un proyecto con el grupo, lo que más me importa es la calidad musical y artística del compositor y la obra, y tener al menos una mínima sensación de que tengo algo que decir interpretándola. Me da un poco igual si es música muy conocida o son inéditos, nunca me he dejado llevar por ese criterio. Por otro lado, mi repertorio es muy amplio, pues también me considero una persona con facetas muy diversas, no sé si una especie de personalidades múltiples [bromea]. De esta manera las diferencias y las similitudes entre los distintos compositores y compositoras -¡que también las hay!- me permiten aprender muchísimo también de mi misma. Así que hemos pasado por autores y una autora que comprenden más de 300 años y cuyas músicas son muy diversas.
Tengo la sensación de pasar mucho tiempo con algunos de los seres más elevados que ha dado la historia, y contactar con su música es como contactar con una parte de ellos. Es como si parte de mis amigos, (esos compositores) aunque no estén o no les haya conocido personalmente, estén ahí, muy presentes en mi vida. Compartirlo después con el público es la coronación de todo esto.
Sabiendo lo importante que es para tí el arte y la música, ¿cuál ha sido el reto mayor al que te has enfrentado?
El mayor reto al que me enfrentado es el propio hecho de ser músico, pues es algo que no es fácil ni es necesariamente siempre bien comprendido por esta sociedad. Además, a veces uno trae de su propia biografía impedimentos a ello. Supone mucho esfuerzo y trabajo, disciplina, paciencia y capacidad de superación. Y lo más importante: intentar ser cada vez más sensible para poder expresar más y a la vez ser más dura para poder ser más fuerte… pues como en tantos otros trabajos a veces la competitividad o las circunstancias político-culturales no están muy a favor. Creo que un músico siempre es un héroe, pero poder vivir de ello y dedicar la vida a la música es también un enorme lujo, pues los pros compensan infinitamente. Creo además que la música nos hace siempre mejores.
Imagina que soy una persona que nunca me he acercado a la música clásica, ni a un concierto, ¿Cuál es tu propuesta a escuchar para aferrarme a este arte?
Creo que hay que empezar a presentar la música clásica como lo que realmente es, no necesariamente algo elitista. Y creo que si empezamos a escuchar a los compositores clásicos intentando mirarles como veríamos hoy a un compositor actual, a músico de Rock o de Jazz, entonces seguramente iríamos algo más abiertos a la experiencia de escuchar música clásica. También los músicos tenemos que «desencorsetar» nuestras interpretaciones, aunque con ello no quiero decir para nada que haya que tomarlas menos en serio o bajar la calidad de la interpretación, ni hacer fusiones. Simplemente es una cuestión de actitud, y creo que el público entiende muy bien ese cambio de actitud. Al menos esa es mi experiencia.
Desde el momento que empiezas un concierto, nos decías, tú vives y te comunicas con el público, ¿cómo lo haces?, ¿cómo es esa comunicación?.
Es algo que ocurre mucho en el plano de la intuición, se van desarrollando los sentidos más «sutiles» al respecto. Simplemente, sobre el escenario es fácil también escuchar el silencio del público, y de qué tipo es ese silencio… si se están durmiendo o si están con la boca abierta. De hecho, creo que escuchar es una de las palabras que mejor nos vendría en general a todos, y escuchar los silencios de los otros también. Por eso también es tan fascinante ser músico… porque se desarrollan normalmente la escucha.
¿Me podrías decir si tenéis en mente vuestro próximo trabajo?.
Tenemos varios trabajos en mente, y estamos ahora mismo decidiendo cuál será la próxima grabación, pues hay varias ideas muy atrayentes todas. Yo por mi parte acabo de volver de gira por Japón, y en unos días me voy a Israel a tocar las cuatro estaciones de Vivaldi, y una quinta estación que han compuesto para la ocasión. Una vez más, un nuevo reto. En el verano me esperan viajes por Alemania, Bélgica, Francia y en varios festivales españoles, antes de de comenzar el curso y con ello las nuevas grabaciones.
Lina, muchas gracias por tu arte y tus palabras, esperamos verte pronto de nuevo por Londres.
Fotos © Zabet Photos