Viveka Goyanes, nace en A Coruña en 1981, ha estudiado Bellas Artes en Pontevedra y diseño de moda en Madrid, tras diversas andanzas en el mundo de la indumentaria gana un premio nacional (INJUVE) en el 2010 con su proyecto Amoelbarroco, una aventura a largo plazo que ha ido cambiando de forma y dirección con el tiempo, pero siempre manteniendo una coherencia en su discurso y temática. Actualmente combina la vida elegante y otra clase de banalidades con una existencia de londoner principiante, el diseño y la producción artística.
Viveka Goyanes, nace en A Coruña en 1981, ha estudiado Bellas Artes en Pontevedra y diseño de moda en Madrid, tras diversas andanzas en el mundo de la indumentaria gana un premio nacional (INJUVE) en el 2010 con su proyecto Amoelbarroco, una aventura a largo plazo que ha ido cambiando de forma y dirección con el tiempo, pero siempre manteniendo una coherencia en su discurso y temática. Actualmente combina la vida elegante y otra clase de banalidades con una existencia de londoner principiante, el diseño y la producción artística.
1. Señora o Señorita? Ahora soy Miss en todas partes, así que digamos señorita ¡Miss Who!
2. Dónde, cómo, cuándo y porqué comienza tu trayectoria como diseñadora? Pensar en indumentaria y en qué significado puede tener con relación al cuerpo, a la idea de identidad o en sociedad es algo que siempre me ha atraído e interesado, una parte de mi pensamiento se había movido en esa dirección desde hace años, así que tras terminar mis estudios, Amoelbarroco se concretó como una firma de indumentaria un tanto ambigua. En aquel momento necesitaba la indumentaria como un instrumento expresivo y comencé a sacar colecciones, cargándolas de bastante contenido y siempre intentando darles un enfoque artístico que fuese más allá de lo que era el diseño propiamente dicho.
3. Salamanca o Pontevedra? Qué esperas de Londres en relación a tu evolución artística? Diré Pontevedra porque me hubiese quedado en los últimos años de la facultad de Bellas Artes para siempre, era como vivir en una dimensión paralela, pero de todas las ciudades en las que he vivido guardo muy buenos recuerdos. En Londres es inevitable ir ganando en influencias y experiencias y eso siempre afecta a tu obra, creo que lo que más me está influyendo es la cantidad de contrastes que hay aquí; por una parte todo ese consumismo desaforado y la saturación de material que hay en las tiendas y por otro lado la circulación constante de materiales reciclados, antigüedades y segunda mano. También la cantidad de museos, colecciones y exposiciones que hay siempre aportan material interesante en el que inspirarse, claro. Aquí todo es muy exagerado, una ha de ir adaptándose a cada nueva situación que se presenta e ir asimilando toda la información que viene por los distintos canales que se mueven en la ciudad.
4. La Muerte es más Bella que la Vida o la Vida es más Bella que la Muerte? Como comentaba Bretón, para mí también la belleza ha de tener un toque convulsivo, inestable, extraño y toda la temática y parafernalia relacionada con la muerte en sus más diversas formas tiene esa clase de belleza, supongo que es una atracción inevitable hacia lo siniestro que tengo desde siempre. Por otra parte la vida también es extraña, lyncheana y cargada de ciclos de muerte y regeneración…así que al final parece que siempre volvemos a la muerte, aunque sea simbólica, siempre está ahí.5. Qué lugar ocupa el fetichismo en tu arte? Lo elevarías a ideología política? Soy bastante fetichista en el sentido de que voy pasando por etapas de fijación con determinados objetos, temas, lugares o personas y todo ello queda impregnado de reminiscencias de la época o momento en el que se produce esa fijación o tienen una continuidad y vuelvo a ellos una y otra vez. Ahora mismo ocupa un lugar predominante, especialmente con respecto a los restos de los cuerpos: el pelo, los dientes, los huesos o la ceniza ejercen sobre mí una atracción y fascinación total. No sé cómo podría elevarlo a ideología política, pero desde luego me gustaría, debería fundar el Partido de Conservadores de Restos.
6. Harmonía. Historia(s). Huesos: Triple H. Es realmente una letra muda? Tu obra parece hablar de una revolución silenciosa entre la dualidad tradición-modernidad, estás de acuerdo? Sí, porque al final no queda otra que adaptar y reinterpretar las tradiciones y encajarlas en nuestra vida…o quizás no hay manera de escapar de las herencias. Ahora mismo estoy bastante obsesionada con la idea de conservar historias o ideas, a través de los resquicios materiales de estas. Los huesos tienen una carga simbólica muy fuerte y un magnetismo indiscutible, es como mirar una película de terror entre los dedos de la mano; quieres afrontarlo y a la vez no quieres mirarlo. Los huesos dan asco, pero también son objetos rituales y de culto, las reliquias siempre me han interesado y también los rituales, últimamente sobre todo los «de paso». Sin embargo hay que renovar estas ideas, darles un enfoque contemporáneo, como se viene haciendo desde hace décadas en el arte. Quizás esos rituales sirvan para tratar de encontrar una harmonía, como comentas, para exorcizar fantasmas que sentimos cerca o para intentar atraer otros. [divider type=»top»][/divider]
7. De tu producción se traduce un enorme interés por la imagen, que parece ser indisociable de la fotografía. Háblanos de esta importancia y de tus fotógrafas colaboradoras. La imagen es una parte muy importante de mi vida y el ir conservando tanto mi día a día como mi obra a través de imágenes es algo que no puedo evitar. Desde hace años colaboro con un par de fotógrafas gallegas, que además considero amigas muy cercanas: Amanda Nara y Alejandra Vacuii. Me aporta mucho esta clase de colaboración porque la fotografía es un lenguaje que no manejo habitualmente y del que desconozco gran parte de la técnica, pero compartir ideas y llevarlas a cabo con alguien que te entiende perfectamente es un placer. Ellas tienen un estilo muy personal y depurado y realmente me han ayudado a plasmar ideas que tenía en la cabeza y les han aportado matices muy interesantes.
8. Qué es o fue Omnia Vanitas para Amoelbarroco? Omnia Vanitas fue un punto de inflexión total en la evolución del proyecto, el cierre de un ciclo que comenzó hace años. La muestra fue como la concreción de todo un discurso en el que venía trabajando desde que era estudiante, tanto a nivel ideológico, como estético; ahora ya no puedo entender y hacer las cosas de esa forma, pero fue todo un honor el poder reunir esos trabajos en el Da2, que es un espacio en el que siempre he visto cosas que me han interesado e influido.
9. Hay algo que te inspire sobremanera en la actualidad? Algún proyecto nuevo? Sí, como comentaba antes, me interesa mucho utilizar materiales de desecho o llegar a una estética del deshecho, mostrar la ruina que en realidad contiene la novedad, en concreto la moda y también reflexionar acerca de esa idea de juventud eterna y renovación psicológica que gira en torno a ella. Hay tantos materiales por ahí circulando que a veces me parece un pecado seguir comprando y comprando cosas nuevas, aunque muchas veces una no puede evitarlo. El mundo está ultra saturado de objetos y se siguen fabricando más y más a una velocidad brutal y sin sentido, sin embargo seguimos consumiendo, es una atracción fatal, un comportamiento que tenemos muy enquistado y del que también me considero víctima. Estos son algunos de los temas que voy a tratar en la próxima exposición en la que estoy trabajando ahora, se inaugurará a finales de mayo en Salamanca, en la Galería Fdez. Loaysa y habrá un poco de todo: instalación, fotografía, performance…y una nueva colaboración que, creo va a sorprender, con un amigo que diseña y fabrica muebles de diseño.
10. Nos gustaría saber qué te ha dicho Da Vinci. Perfección y Belleza es suficiente? Temes a los dioses? Los dioses son como las normas, ¡están para derribarlos o al menos cuestionarlos! Da Vinci, desde luego, fue un genio admirable, pero mi mujer de Vitruvio no representa la perfección ni la mesura o el equilibrio, me siento más próxima a lo que está en transición, no acabado o cambiando de forma, tengo una idea muy concreta de la belleza y ésta involucra imperfección. La búsqueda de la perfección es aburrida e irreal.