A 15 días de la inauguración de la 2ª Edición de Iberodocs, el festival de documentales iberoamericanos en Escocia, hemos quedado con su directora artística Mar Felices.
A 15 días de la inauguración de la 2ª Edición de Iberodocs, el festival de documentales iberoamericanos en Escocia, hemos quedado con su directora artística Mar Felices. Nos propone ir al Blackford Hill, una montaña de origen volcánico en la reserva natural Hermitage of Braid, desde la que tendremos vistas panorámicas de la ciudad. Subimos con cámara y cuaderno. Después iremos a su casa. Enorme, pintoresca, maravillosa. Vive entre muebles antiguos y máquinas de coser con tres británicos a los que adora. Nos muestra su cocina. La llaman “el Triángulo de las Bermudas”. No es fácil salir de allí, especialmente con una copita de vino y una buena conversación. Ocurre a menudo.
Ella es andaluza, de Sevilla. Lo lleva escrito hasta en las pestañas. Le gustan los complementos y el color. Pero si miras más de cerca ves matices. Hay detrás una persona analítica y pausada. Alguien con la necesidad de fluir. Quiero saber. Nos quedamos a solas con un menú de comida asiática y una grabadora…
¿Cuándo y cómo supiste que querías contar historias?
Me tengo que remontar a mi niñez. Con ocho o nueve años empecé a usar un recurso que me funcionaba muy bien. Escribía cartas para resolver conflictos, era mi manera de comunicarme, lo hacía por necesidad. Por otro lado estaba el cine, mi pasión. El proceso del movimiento… Estudié producción, después comunicación audiovisual en la universidad. Entonces descubrí el documental observacional que se estaba haciendo en Barcelona, yo encajaba ahí por naturaleza. Un ritmo muy relajado, donde no interactúas con los personajes. Eres como una mosca en la pared, no interrumpes.
Como decían los Burning ¿qué hace una chica como tú en un sitio como este? ¿Qué hace Mar Felices en Edimburgo y metiéndose en este “fregao” que se llama Iberodocs?
Hago aquí lo que no podría haber hecho en España. Edimburgo es una ciudad muy abierta. Siempre me había llamado la atención. Me preguntaba cómo un festival puede durar todo agosto y que tras todos estos años siguiera interesando… Antes había vivido en París, Irlanda y Barcelona. Durante cinco años trabajé en mi propio documental, El oasis del Pastor. Entonces llegó la crisis económica. Yo había cumplido 30. Volví a Sevilla, a mis raíces, a comenzar un proyecto acerca de mi abuelo. Allí conocí a un chico. Me habló de Edimburgo. Aparqué el nuevo film y me vine. Al llegar aquí yo no quería salir del mundo del documental. Había encontrado mi sitio. Busqué y descubrí que apenas se movía nada.
Si te digo: Sevilla, tradiciones, folklore… ¿qué es lo primero que te viene a la cabeza? Es más… ¿Qué tiene esto que ver con la “identidad”, tema en el que se centra esta 2º Edición de Iberodocs?
En estos momentos en Andalucía están con la Feria de Abril. Están los trajes de gitana, las plazas de toros y hace poco las procesiones de Semana Santa… siento morriña por un lado y rechazo por otro. Son mis raíces, pero donde otros ven arte yo veo sacrificio y obsesión, es una lucha interna constante. Además, Sevilla es una ciudad con clases sociales muy definidas, especialmente por el barrio al que perteneces. No es lo mismo ser de Triana que de la Macarena. Más tarde, en Barcelona fui una andaluza. Ahora soy una española en Edimburgo… Siempre he tenido que enfrentarme a esos prejuicios.
Hago aquí lo que no podría haber hecho en España. Edimburgo es una ciudad muy abierta.
¿Cuál es tu leitmotiv? ¿De qué se alimenta el motor que te impulsa? ¿Qué te ha llevado a crear un festival?
Mi leitmotiv ha sido siempre la integración porque es la barrera que he tenido desde pequeña. La búsqueda de un lugar propio, de una identidad. En Edimburgo empecé de cero en una sociedad que no era la mía, con una lengua que no hablaba. Quería integrarme y sentí que una manera de poder hacerlo era a través de lo que conocía, los documentales. Pero no había nada, fue entonces cuando pensé en hacer un festival. Tuve la suerte de conocer a Miguel Utray, el cónsul español en Edimburgo. Le presenté mi idea. Casi a la vez supe de Cinemaattic y pensé que era una plataforma perfecta para llevar a cabo el proyecto.
¿Qué pensamientos y conceptos hay detrás para coordinar un festival de esta envergadura en otro país, en otra cultura, en otro idioma? ¿Cuánto hay de corazonada y cuánto de escuadra y cartabón?
Soy intuitiva. La vida me da señales y yo las sigo. En el momento no sé las razones exactas, pero con el tiempo entiendo. Y siempre me funciona. La corazonada hay que trabajarla, seguirla. Cuando empiezo un proyecto siempre lo termino.
¿Cómo crees tú que la sociedad escocesa recoge y entiende Iberodocs? ¿Qué sensaciones crees que le provoca?
Es una sociedad a la que le encanta lo nuevo. Nosotros ofrecemos un mínimo de 50% de UK premieres, estrenos que aquí nunca han llegado. Además para ellos Iberoamérica y España es vacaciones, es color, es vida… les encanta, es un momento de evasión. La aceptación del año pasado superó las expectativas muy de largo. La Filmhouse tuvo que cambiarnos a la sala grande hasta tres veces del aforo que tuvimos. La gente venía incluso de Glasgow. Precisamente por eso este año hemos dado el salto allí.
Es cierto, la primera edición fue Edimburgo, este año también en Glasgow y además parte de la programación irá también a Londres… ¿Qué criterio de selección habéis seguido a la hora de elegir las películas y las ciudades donde se proyectan?
Son varios los criterios que hemos tenido en cuenta: por ejemplo Favela Gay se proyecta en Glasgow porque llevamos Mala Mala a Edimburgo, aquí buscamos paralelismo en la temática, en el caso de Paradiso que es una película sobre el último cine adulto que hubo en Madrid o en el de The Salt of the Earth consideramos que hay que verlas en un cine antiguo y tradicional como la Filmhouse, con su sonoridad, sus asientos rojos, su moqueta… Hay otras películas que no necesitan eso, Etxea, por ejemplo, la llevamos al CCA de Glasgow porque, Basharat Khan, el director, vive allí y ha sido él quien lo ha pedido expresamente.
De las películas que has traído ¿cuál te apetece más ver? Personalmente ¿Cuáles son tus favoritas?
Mis favoritas son muchas, The Salt of the Earth que ha costado mucho traer, La plaga, Nacional VI, Mercedes Sosa… Aunque quizás la más especial para mí sea El tiempo nublado. Un documental precioso, de una sensibilidad extrema que trata sobre la epilepsia y el Alzheimer. Es muy cinematográfico. La opera prima de una directora paraguaya, Arami Ullón, a la que tuve el placer de conocer hace varios años en Barcelona cuando ella aún no era directora. Mantuvimos el contacto. Hoy la traemos con una película que está llevándose muchos, muchísimos premios. Para mí va a ser muy emotivo volver a verla después de tanto tiempo y tantos logros. Con ella y con Zoe Reid, pionera en el tratamiento holístico de la epilepsia, vamos a hacer un Q&A para intentar concienciar a la gente y apoyar esta causa.
Soy intuitiva. La vida me da señales y yo las sigo. En el momento no sé las razones exactas, pero con el tiempo entiendo. Y siempre me funciona. La corazonada hay que trabajarla, seguirla. Cuando empiezo un proyecto siempre lo termino.
¿Qué quieres destacar del festival? Y ¿de qué te sientes más orgullosa?
Sin duda de poder traer a los filmmakers. Esto es un privilegio para el espectador, tener al director delante, que te explique el porqué, el cómo y el qué quería expresar. El año pasado la única directora era yo. Este año traemos a Arami Ullón por El tiempo nublado. Estará Beli Martínez, que es una experta en cine gallego que ha producido Vikingland y Arraianos. También viene Pela del Álamo, de la escuela catalana, él ha realizado Nacional VI, que es el tipo de documental observacional que a mí me apasiona. Vendrá la directora portuguesa Catarina Mourão, de la que vamos a mostrar una retrospectiva y nos va a ofrecer un Q&A y una masterclass en la Universidad de Edimburgo. También viene desde Londres Carlos Eduardo Valinoti, el productor de Favela Gay.
Todas las películas están acompañadas de algún evento como masterclasses, exposiciones de fotografía, etc. Habrá fiestas de inauguración y de clausura, y otra en el Boteco do Brasil de Glasgow. Además quisiera destacar que en esta edición doblamos el número de películas. Mientras que el año pasado tuvimos 10 filmes de 7 países. Ahora hemos traido más de 20 películas de 15 países distintos.
¿Hacia donde va esto? ¿Habrá una 3º edición? ¿Cómo ves Iberodocs dentro de 10 años? Y ¿a Mar Felices? ¿Cuáles son tus proyectos?
Por supuesto 3º edición sí. Me gustaría que Iberodocs se pudiera llevar a diferentes ciudades y paises, dar el salto a Latinoamérica, a España. Que se fuera expandiendo, que fuera teniendo hijos, que tuviera la suficiente solidez económica como para que pudiera dedicarme exclusivamente al festival y a mis documentales y seguir impartiendo talleres en la Universidad de Edimburgo y así motivar a otros a que también lleven a cabo sus proyectos porque cuando uno hace algo personal sale bien.
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Web oficial de Iberodocs: www.iberodocs.co.uk
Web oficial de Cinemattic: www.cinemaattic.com
Vimeo de Mar Felices: https://vimeo.com/marfelices