Soñando medidas de cambio.
El BREXIT, el referendum sobre la salida de Inglaterra de la Union Europea, no es más que un significativo hito de cómo continuamos buscando donde identificarnos.
Es obvio que estamos en un in pass hacia un futuro cambiante, las estructuras, las bases hegemónicas comienzan a cuestionarse para sustituirse o para simplemente reinventarse. El ritmo de nuestras reivindicaciones corren más que las estructuras rígidas que mantienen el stablisment, una sociedad líquida de la que habla Bauman, que pide a gritos encontrar su forma semi-solida, seudo-estable, para parar en un remanso y por fin reconocerse.
Es así como el BREXIT, el referendum sobre la salida de Inglaterra de la Unión Europea, no es más que un significativo hito de cómo continuamos buscando donde identificarnos.
La Unión Europea surgió alimentada por diferentes frentes: el miedo a terceras guerras mundiales, la necesidad de abastecimiento energético (con alianzas como la del carbón) y ciertos intereses económicos que hacían más fácil el intercambio económico. Pero olvidamos que la unión de intereses para la seguridad, para el confort y el beneficio propio, no generan identidad.
Los sentimiento de pertenencia y en cierta medida de identidad son los que nos procuran valores como la solidaridad, la fraternidad, la confianza, la cohesion, etc..
Ahora nos plantamos en una de los mayores trances de la Unión Europea: con las cicatrices de un crack financiero que ha desbordado a la sociedad del bienestar; la crisis humanitaria más grave de la historia reciente y el crecimiento alarmante de voces que rescatan las patrias, las fronteras y las razas.
El estado de esta «unión» pegada y construida a base de pedazos de intereses, muestra la cara más perversa y despiadada de este acuerdo. Un comportamiento que saca a la luz los sensibles vínculos de este consenso entre Estados que miran hacia otro lado, a las arcas de lo “nuestro” mientras llaman familias enteras huidas de las guerras cercanas a nuestras fronteras; peligra lo “nuestro”, y la escasez muestra el lado más receloso y miserable de esta unión.
Con este contexto nace el proyecto Dreaming into measures of exchange, (soñando medidas de cambio), que surge como respuesta a la incertidumbre creada en la sociedad, tras años en donde la complejidad de los tiempos, la globalización y la pérdida de soberanía por parte de los pueblos, hace que se habite una realidad cada vez menos elegida.
Las estructuras de gobernanza son tan increíblemente complejas que el ciudadano ya no sabe a quién, a qué y cómo poder recuperar su legitima acción política. Y las hegemonías utilizan la desinformación y el miedo como herramientas para simplificar esta realidad, alejando al ciudadano de la posibilidad de acción.
Este proyecto, por lo tanto, nace para poder, desde las investigaciones artísticas que en ella se irán mostrando y accionando, reflexionar sobre lo que acontece a nuestro alrededor. La intención no es otra más que acercar al ciudadano desde el arte visual contemporáneo a la posibilidad de pensar sobre nuestro entorno y ejercer desde el potencial del arte, futuribles más acordes con nuestro sentimientos, con nuestros sueños, con nuestros ideales.
El proyecto vertebrará por lo tanto diferentes acciones artísticas en la ciudad de Londres, corazón financiero de Europa y parte del mundo, en donde se construyen diariamente, las derivas de la población , y en consecuencia sus deseos, miedos y sueños.
Será ademas una plataforma abierta a propuestas que hablen sobre la Unión Europea y las consecuencias de sus consensos.
El proyecto comienza con el issue #1 Dreaming into measures of exchange, monetary consciousness, llevado a cabo por el artista Isidro López-Aparicio.
Isidro es conocido por sus temas recurrentes en torno a la reconstrucción del concepto “valor”, trabajando directamente con acciones que posibiliten la reflexión de las consecuencias de los actos de intercambio, y sus derivaciones a otros campos como la identidad, las fronteras y la creación de modelos de habitar el mundo. Una de sus últimas acciones es la obra ‘Conciencia Monetaria‘, en la que se distribuyeron 200 monedas en: Bélgica (Bruselas), Suiza (Basilea), España (Valencia, Madrid, Granada…), Alemania (Berlín) y en Grecia (Atenas) ante el embargo 28 de febrero 2015. Monedas de Euro que tenían en sus cantos grabadas preguntas que apelan a reflexionar sobre el valor que les damos a las cosas en nuestras vidas.
En esta misma línea, se llevó a cabo en Londres, previo al 23 de Junio durante el referéndum del Brexit, la distribución de 20 monedas de una libra, de las cuales cinco se fijarán al suelo, para convertirse en la escultura pública más pequeña de Londres, y para que el público, al verlas, descubra que la moneda tiene grabada en su cara la denominación EURO, a partir de entonces la moneda servirá como instrumento activador de emociones, pensamentos y conflictos en torno al “valor “ que representa esta moneda transformada en interrogante.
La alteración del símbolo de intercambio económico desvela las paradojas de los acuerdos internacionales y la importancia de los consensos colectivos ante el abandono de los valores solidarios de las conquistas sociales.
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Proyecto comisariado por Pensart.org
issue #1 Dreaming into measures of exchange, monetary consciousness, por el artista isidro López-Aparicio
Fotografias de Noela Roibás