Conxi Fornieles vive y trabaja en Edimburgo y el pasado domingo 8 de mayo presentó en IberoDocs su cortometraje documental ‘Travelling light’ en el cual acompaña a un grupo de nudistas de todo el mundo que, cada verano, se reunen en los Alpes para hacer senderismo.
Vive y trabaja en Edimburgo y el pasado domingo 8 de mayo presentó en IberoDocs su cortometraje documental ‘Travelling light’ en el cual acompaña a un grupo de nudistas de todo el mundo que, cada verano, se reunen en los Alpes para hacer senderismo. Les conoció por Internet. «Se reúnen para participar en el NEWT, Naked European World Tour, que se suele realizar cada verano en los Alpes austriacos, ya que suelen ser más permisivos que otros países. Son un grupo que cada año va cambiando, abiertos a todos y con pocos prejuicios.» nos cuenta.
‘Travelling light’ se proyectó junto a ‘The creator of the jungle’ dentro de la sección ‘Focus on first works’. Fue una sesión enfocada a la relación del hombre con la naturaleza. ¿Cómo describirías tú esa relación?
Creo que la naturaleza nos da mucho a cambio de poco. No me voy a poner activista, pero me da mucha pena como nos estamos cargando espacios naturales por pura codicia o beneficio a corto plazo. La naturaleza forma parte de la vida del hombre, es un regalo más allá del cemento y las luces de led. La reivindico totalmente e insto a la gente a conectar más con ella. Da más alegrías que el Whatsapp.
¿Qué fue lo que te animó a rodar un documental sobre ellos?
Me gustó su actitud despreocupada ante el físico. Vivimos en una cultura castigadora, totalmente enajenada respecto a envejecer y los cambios que nuestros cuerpos sufren a lo largo de la vida. Todo el mundo “visible” tiene eternamente 20 años y sonríe y tiene peso pluma. Me cansa el estereotipo. Quería explorar la relación que estos naturistas tenían con sus cuerpos, el liberarse de esa constante vocecita que te dice que no acabas de estar o ser perfecto. Quería compartir el mensaje con el mundo.
Vivimos en una cultura castigadora, totalmente enajenada respecto a envejecer y los cambios que nuestros cuerpos sufren a lo largo de la vida.
¿Fue un rodaje difícil desde el punto de vista de la producción?
La verdad es que el rodaje se extendió durante dos años, dos veranos. La segunda vez fue con una directora de fotografía, Nelisa Alcalde, que hizo un trabajo excelente. Además de apechugar cada día con excursiones de siete y ocho horas, grabó como una campeona. Le dije que las excursiones eran más cortas, si no no hubiese venido… Fue complicado por el ejercicio necesario y también el hecho de ser un grupo tan grande, cuesta llegar a todo.
No sólo diriges documentales si no que, además colaboras con IberoDocs seleccionando documentales para su programa español/latinoamericano. ¿Crees que es un formato maltratado en los circuitos de exhibición tradicionales?
Creo que el documental está teniendo una “segunda vida”, por llamarlo de alguna manera, en proyección en cines, documentales e incluso online, con VOD (video on demand). Es un género que aporta tanto… promueve el diálogo, la reflexión, el análisis… Quiero pensar que el documental corre su maratón mientras los taquillazos de Hollywood no paran de hacer sprints para ser consumidos rápidamente.
¿Cuál consideras que es el rol de los festivales de cine en un momento como el actual, con los nuevos modelos de distribución y exhibición cinematográfica?
Creo que un festival es un lugar donde se pueden ver cosas a las que normalmente no se tiene un fácil acceso. Es una oportunidad para llenar la cabeza y el espíritu de nuevas historias y de nombres que no suelen ser familiares.
¿Crees que el cine documental es un formato en el que las mujeres han alcanzado más visibilidad que en otros como ficción o animación?
Creo que el documental pertenece o es realizado tanto por hombres como mujeres. No voy a entrar en el modo “plañidera”, pero la presencia masculina en el audiovisual suele ser predominantemente masculina. Quizás el documental se adapte más a nuestra naturaleza de mujeres, por la laboriosidad que requiere. Pero vamos, que nos queda mucho recorrido para estar acodadas en las mesas igual que ellos. Tenemos que salir al mundo.