En Edimburgo, en la academia de español y cafetería Learn El Patio descubrimos una interesante exposición de Andrea Torrecillas Santos, la joven fotógrafa madrileña vive actualmente en la capital escocesa.
Andrea dibuja paisajes con piel para recordarnos que somos paisaje. Retuerce nuestros cuerpos y nuestra mirada para alejarnos de ellos, de nosotros mismos. Y nos convertimos en montaña o en superficie lunar. Las venas azules se convierten en ríos, pero también en seres imposibles multiplicados ante un espejo.
La piel, nuestro órgano infinito, se extiende para recubrir órganos y vísceras, una masa palpitante por momentos ajena. Pero lo recuperamos al observarlo de cerca. Los ríos se vuelven a transformar en sangre, y los surcos en la tierra en arrugas.
De pronto reconocemos una nuca, la piel de nuestro codo, el bello en nuestros brazos. Andrea nos dibuja como piel y pliegues y nos reconcilia con nuestro yo más cercano y desconocido, ese que apenas vemos porque lo habitamos.
Nos detiene en nuestras manos, en nuestros poros en nuestras imperfecciones necesarias. Y recordamos a John Coplans, y a su propio cuerpo que envejecía foto tras foto, que se llenaba de arrugas y de años. Y nos preguntamos que si los cuerpos de Andrea también envejecerán, si sus paisajes se llenarán de accidentes y sombras; si seguirá enfrentándonos a nuestra piel para que aprendamos por fin a mirarla.
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Web de la artista: www.andreatorrecillassantos.com
La exposición permanecerá abierta hasta el mes de abril en Learñ en el patio: www.learnenelpatio.com