Hay algo de voyeurismo en los que miramos a estos personajes dibujados por Carla Fuentes o LittleIsDrawing, su alter ego, que se han reunido en una deliciosa exposición en la galería Herrero de Tejada de Madrid.
Carla es una artista menuda, sonriente, de mirada vivaz, tras la que nunca adivinarías que está la autora de ‘Los sentados’, hombres y mujeres de ojos profundos a los que une cierta clase en la actitud y el vestir, y la posición en la que se encuentran: todos están sentados. Seres ojerosos, serios, que parecen saber que la vida es algo más que andar confuso y deambular, y necesitan tomarse su tiempo para detenerse y descansar, meditar, posar. Hay algo de voyeurismo en los que miramos a estos personajes dibujados por Carla Fuentes o LittleIsDrawing, su alter ego, que se han reunido en una deliciosa exposición en la galería Herrero de Tejada de Madrid.
Es una exposición que hay que visitar para detenerse, observar, pararse en los colores y esos gestos de personas que parecen vivas, a punto de levantarse para decirnos algo importante, cuyos rostros no olvidaremos durante horas, tan intensa es la expresión de sus ojos y sus ademanes.
En cuanto entras, percibes la calidez de los colores, pero también los ojos que te miran. Ojos sabios, resabiados. Y nosotros también quedamos atrapados y no podemos tampoco dejar de mirarlos. Como dice Toni García en uno de los textos que componen el catálogo de la exposición: «Muchos creen que los sentados esperan, pero en realidad van y vienen mientras los observamos». Sus zapatos son bellos y luminosos. Llevan ropa cara, looks impecables, aunque cierto aire triste y una oscuridad que nos recuerda al expresionismo produce inquietud en el espectador, lo que lo mantiene alerta hasta que termina el recorrido. Puedes llegar a creer que te siguen. —¿Y si se levantan y me adelantan, tocándome en el hombro?—.
Algunos cuerpos se inclinan buscando un apoyo en el espacio como si, ebrios, hubieran de mantenerse rectos a la fuerza. Otros están plácidamente recostados. Y todos miran más allá de sí mismos, detrás de nosotros, nos atraviesan porque están lo suficientemente vivos como para hacerlo. Y ese es un mérito que solo los artistas maduros poseen y que Carla ha logrado con creces.
Sentada con taza de café © Carla Fuentes
En el catálogo se cita a David Hockney y a Bukowski, y la propia artista nos confiesa que hay referencias literarias en estos cuadros que son «homenaje al retrato clásico y al retratado». Las uñas negras de algunos de los seres y su aspecto soberbio de ojos entrecerrados nos remontan a cuadros de Schiele. El mundo de Carla Fuentes es rico y motivador y te lleva por caminos lisos, bien trazados, pero de repente inseguros como la propia vida, llenos de sorpresas y de obstáculos, de experiencias que, cuando terminen, traerán la aparición de una nueva arruga en el rostro, una marca de expresión, un entrecejo fruncido incluso en reposo y el filtro, el surco infranasal, bien visible, como lo acentúa la artista especialmente en los rostros de los retratados.
Es una exposición que hay que visitar para detenerse, observar, pararse en los colores y esos gestos de personas que parecen vivas, a punto de levantarse para decirnos algo importante, cuyos rostros no olvidaremos durante horas, tan intensa es la expresión de sus ojos y sus ademanes. Tras nosotros quedará una de las citas más interesantes del catálogo, precisamente la que lo cierra: «Esta exposición está dedicada a todos los que sentados escuchan, o sentados esperan». Inolvidable.
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Podéis ver ‘Los sentados‘, de Carla Fuentes hasta el 28 de enero de 2016 en la Galería Herrero de Tejada, Madrid (www.herrerodetejada.com)
Web de Carla Fuentes: www.littleisdrawing.com
